SAN VICENTE DE PAUL Y LOS NIÑOS EXPOSITOS (abandonados) I Parte

Es muy conocida la gran obra caritativa de San Vicente de Paúl, Fundador de la Congregación de la Misión (padres Vicentinos) y de las Hijas de la Caridad. Hoy, compartiré con ustedes una de las obras tan conmovedoras y audaces de este genio de la caridad.
"Las obras de Dios tienen su momento, es entonces cuando su Providencia las lleva a cabo y no antes, ni después", estas son palabras de Vicente de Paúl que nos enseñan a descu brir el paso de Dios en nuestra vida, para responder a lo que Él mismo nos va mostrando ...
Es así, como en 1638, Vicente, se ve obligado a tomar en sus manos una nueva obra particularmente urgente: "Los niños expósitos", olvidados de sus
padres, abandonados por sus madres, mirados con desprecio por la sociedad, niños nacidos en la miseria y en la vergüenza, considerados por la población de París, como "hijos del pecado y del vicio."
Eran dejados a su suerte en la puerta de los templos, o en la calle, a la vista de los transeúntes, otros son recogidos por el comisario del barrio y llevados a la casa cuna de Saint-Landry, pero su destino es lamentable ... se los vende por ocho sueldos a gente de mal vivir que les rompen brazos y piernas o les dejan morir de hambre, con tal de provocar la compasión de las personas y pedir limosna para sí.
Ante esta cruda realidad, el Señor Vicente, pide ayuda a las Damas de la Caridad para el cuidado de estas criaturas, las reúne y lleva un niño expósito, lo coloca en la mesa y les ruega se hagan cargo de él, que procuren verlos como a hijos de Dios, pero recibe un rechazo total, pues decía una y otra Dama: "Odio el pecado y los vicios, yo no amaré a estos niños", "son muy repugnantes", "no podré atenderlos y volver a mi casa para tocar a mis hijos" ... imaginamos qué dolor tan profundo para Vicente de Paúl... quien después de tantos argumentos de rechazo, les dice:
"Dios me pide que salve a este niño inocente antes que a nadie más ... seguiré recogiéndolos y los traeré, ustedes los verán peleary pedirles que los dejen vivir ... " "¿los dejarán morir? .. Qué lucha para ir contracorriente ante esa mentalidad. Se podría estimar que, entre 1600 y 1638, habrían muerto 1200 niños por falta de alimento y de cuidados.
Vicente sacó a flote esta obra frente a todos los prejuicios de las Damas de la Caridad; comienza por confiar algunos a Luisa de Marillac. Pero bien pronto toma la obra entera y le dedica una decena de Hij as de la Caridad y se levantan 13 casas para acogerles.
Gracias a Dios, la emoción de Vicente y la firmeza de sus disposiciones precisas obligan a la acción: las Damas se encargan el 30 de Marzo de 1640 de los niños que permanecen en la casa cuna de Saint Landry, a los más pequeños se las lleva a las nodrizas.

Por: Sor Celia Serquén