NO HE VENIDO A SER SERVIDO SINO A SERVIR

Juan Bautista, después de haber aceptado bautizarle en compañía de los pecadores, vió y señaló a Jesús como el “Cordero de Dios que quita los pecados del mundo” (Juan 1, 29).


Manifestó así que Jesús es a la vez el Siervo doliente que se deja llevar en silencio al matadero (Isaías 53, 7) y carga con el pecado de las multitudes, y el cordero pascual símbolo de la redención de Israel cuando celebró la primera Pascua (Ex 12, 3 - 14). Toda la vida de Cristo expresa su misión: “Servir y dar su vida en rescate por muchos” (Mc. 10, 45), (CEC 608).

Ser cristianos es luchar contra corriente; es ser un poco marciano. Las bienaventuranzas no cayeron tan bien a la gente, menos sería hoy día cuando todo se dirige al éxito, a poseer, tener, aumentar la cuenta,… eso de bienaventurados los pobres, los mansos, los que lloran, los pacíficos, los que buscan la justicia, los misericordiosos,… no vale.

El mundo de hoy como entonces piensa lo contrario a lo que dice el evangelio de hoy domingo XXIX, eso de servir, no ser servido, preocuparse de los demás, dar mi tiempo a otros,…

JESUCRISTO NOS ENSEÑO ASÍ

En el cuarto cántico del Siervo de Dios nos dice en el capítulo 53,7 y 8: “Fue oprimido, y él se humilló y no abrió la boca. Como un cordero al degüello era llevado, y como oveja que ante los que la trasquila esta muda, tampoco el abrió la boca”.

Esto no quiere decir que lo normal sea el dolor, el sufrimiento, el padecer, el aguante. No. Es parte de nuestra vida. Pero hay virtudes indispensables para ser cristiano.

En este año de la fe no debemos olvidar que además de creer tenemos que rezar y vivir lo que rezamos que es lo mismo que las virtudes y los mandamientos.

De los diez mandamientos, 3 miran a Dios, y 7 al prójimo comenzando por honrar padre y madre, no matar, no mentir, no levantar falsos testimonios,…. Es servir al prójimo, es no hacerle sufrir, es valorarle…

El Señor se pone a si mismo como modelo y ejemplo a seguir: Él, siendo Dios, se ha hecho hombre, y no ha venido a ser servido sino a servir…

Siguiendo sus huellas el discípulo puede responder acertadamente a su legítima aspiración a la grandeza humana. El cristiano es grande cuando, triunfa, tiene éxito cuando es igual a su Maestro.

“El Señor no se escandaliza ni rechaza la ambición que muestran sus Apóstoles, incluso se podría decir que cuenta con ella. ¿No los ha elegido, conociéndolos de antemano? ¿No ha elegido hombres ambiciosos para llevar a cabo una misión de alcances insospechados? ¿No necesita el Señor de hombres que ambicionen la gloria, para conquistar el mundo entero?”.

“El que quiere ser grande, que se haga el servidor de todos; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos” (Mc 10, 43-45).

P. FRANCISCO DOMINGO C.M.

LA FE QUE PROFESAMOS, LA QUE CELEBRAMOS, LA QUE VIVIMOS

Mateo 16, 17 - 19: Jesús preguntó a sus discípulos: "Y ahora que te digo: Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo".

Es la única vez que Jesucristo dice la palabra IGLESIA. Lo importante no es pertenecer a la Iglesia como la comunidad de Jesucristo, sino ser un discípulo bueno de Jesucristo. Judas siguió algún tiempo a Jesucristo, tenía fe, pero solo la fe no sirve. La fe con oración y virtudes, comportamiento, mandamientos, dignidad, lealtad, rectitud, moralidad, conciencia,... así se puede pertenecer a la Iglesia de Cristo. Esto sí que sirve.

El AÑO DE LA FE que hemos comenzado el jueves 11 de octubre nos pide a gritos oracion y buena conciencia, con una fe a toda prueba. Este año algo tiene que suceder. Primero individualmente y después en la Iglesia y después en el mundo. Jesucristo no se encarnó hace 2012 años, ni murió en la cruz para qeu tengamos a hombres y mujeres que pierden lo esencial de la vida, "lo único necesario" que es DIOS.

Los cristianos somos los que creemos en Cristo, Hechos 11, 25: "... y fue en Antioquía donde los discípulos por primera vez recibieron el nombre de cristianos".
El cristiano, cree en la divinidad de Jesucristo; que es Dios no sólo hombre. Que fundó la Iglesia; que hizo 38 milagros y predicó 32 parábolas según algunos.
Que anunció el Reino, un estilo de vida, una forma de pensar, de hablar, de actuar. Vivir como él vivió, creer como él, rezar como él, ser como él fue.

Eso es un discípulo y misionero, se deja formar por Jesucristo y se porta como Jesucristo. Hay que ser como él y actuar como él.
Por eso las tres dimensiones católicas son indispensables:

1° LA FE QUE PROFESAMOS: BIBLIA, TRADICIÓN Y MAGISTERIO
2° LA FE QUE CELEBRAMOS: SACRAMENTOS, ORACIONES, DEVOCIONES
3° LA FE QUE VIVIMOS: VIRTUDES, MANDAMIENTOS, BIENAVENTURANZAS.

Para esto es el Año de la Fe: CREER, REZAR y VIVIR. Cristiano no es el que se bautiza solamente sino el que vive su bautismo. Al final de todo Jesús dice: "Maestro, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?" El le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?" Respondió: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo".

P. Francisco Domingo C.M.