LA SANTÍSIMA TRINIDAD

El Evangelio del domingo de hoy, es de la Anunciación, porque es la primera vez que se manifiesta con claridad el misterio de la Trinidad. Esa comunidad de tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Es una comunidad de amor, modelo de cómo debemos ser también nosotros. Es comunión. Es amor mutuo.


No es soledad, es compañía
Es un hogar tu vida eterna,
Es el amor que se desborda
De un mar inmenso sin riberas.

Si quieres intentar explicar el misterio de la Trinidad: El sol es Dios Padre. El sol nos envía sus rayos, que son el Hijo. Y del Padre y del Hijo procede el Espíritu Santo, el calor. También Dios es como el trébol: esa ramita con tres hojitas, S. Patricio (387-461 después de Cristo). Un pintor ruso del siglo XV, Andrei Rublëv, monje ortodoxo, pintó un cuadro titulado “Trinidad” (pintada probablemente entre 1422 y 1428). En él aparecen tres jóvenes vestidos con túnicas parecidas, que conversan sentados en círculo.

Génesis 1,26: ¨ Y dijo Dios: «Hagamos al ser humano a nuestra imagen, como semejanza nuestra». Un solo Dios pero Dios es comunidad. Así hemos sido creados.

Padre, en tu gracia y tu ternura,
La paz, el gozo y la belleza,
Danos ser hijos en el Hijo,
Hermanos todos en tu Espíritu.

El mensaje del día de hoy es primero que Dios es un misterio, un misterio de amor y un amor misterioso y el segundo mensaje es que Dios nos crea por amor y para amar, es la misión del ser humano, del bautizado, de la iglesia. Si no hay comunidad no hay iglesia.

Un mundo pero muchas personas, una ciudad pero multitud de personas, una familia pero muchas personas, pero en todas las realidades la unidad en la pluralidad, un solo corazón, una sola alma. No hay cristianismo, ni iglesia sin unión, sin amor.

Efesios 4, 5-6: Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que habéis sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
Un mundo sin amor es un mundo que Dios no quiere. Nos quiere una comunidad que tiene fe, que reza, que ama. La iglesia es eso. La misma fe, la misma oración, la misma vida. Una comunidad eclesial y muchos creyentes. Donde no hay amor allí no está Dios.
P. FRANCISCO DOMINGO