LA IGLESIA DE JESUCRISTO II Parte

Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente deben tener conciencia cada vez mas clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia (Pío XII)
Los fieles deben realizar lo que Pablo (1897 - 1978, Papa 1963-1978) decía con frecuencia" CONSECRATIO MUNDI, hacer del mundo una familia de Dios, una multitud de hermanos, de apóstoles oomprometidos de los que evangelizan, cuidan el mundo del dolor y de los pobres, de os que pierden a Dios o tienen un Dios falso, de los que se sienten responsables de hacer un mundo más justo, más humano y más cristiano.


DIGAMOS UNA Y OTRA VEZ CON EL CARDENAL DE SANTIAGO DE CHILE

Señor, amo entrañablemente a tu iglesia,
Una santa, católica, apostólica y romana,
Porque su cabeza invisible es Jesucristo, nuestro Señor,
Porque la Virgen María es su fruto más espléndido
Porque los santos de todos los tiempos la embellecen,
Porque brilla refulgente a través de los siglos;
Por el valor de los patriarcas,
Por la fidelidad de los profetas,
Por la fe de los apóstoles
Por los sufrimientos de los mártires,
Por la firmeza de los Pontífices
Por la prudenda de los Obispos
Por la sabiduria de los doctores
Por la fortaleza de los confesores
Por la entrega total de los sacerdotes
Por la pureza de las vírgenes
Por la templanza de los penitentes
Por la audacia de los fundadores
Por el testimonio de los laicos santos
Por la dulzura de los monjes contemplativo
Por el silencio de los eremitas
Por el esplendor de los reyes santos
Por la vehemencia de los predicadores
Por el celo apostólico de los misioneros
Por el sacrificio de los hospitalarios
Por la nobleza de los mendicantes,
Por la lucidez de los educadores y catequistas,
Por la paciencia de los perseguidos
Por la humildad de los que obedecen,
Por el fervor de los convertidos.
Por la abnegación de los militantes,
Por la inocencia de los que viven en gracia,
Por el arrepentimiento de los pecadores,
Por la sencillez de los que viven como niños,
Por Ia confianza de los que se abandonan en tus manos.
Por la constancia de los que perseveran hasta el fin,
Por la generosidad de los que dan su vida.
Por la alegría y el amor de los santos de todos los tiempos.
Amén.

Por: P. Francisco Domingo