Las lecturas de este domingo son una invitación a vivir dos actitudes del discípulo: la escucha de la Palabra de Dios, escuchar a Dios, ORAR, hablar de amor con aquel que sabemos que nos ama y el servicio de los hermanos.
Hoy día, los más piensan en el concepto "eficacia". Corremos el peligro de "hacer por hacer" y olvidamos de esa "MEJOR PARTE" que es estar a la escucha de la Palabra. Es imposible vivir como cristiano sin escuchar, serenamente, a Dios, Y CONVERSAR CON ÉL.
Todos nos moveremos en el misterio de cuando es mejor rezar o atender a los hermanos que nos necesitan. Porque es verdad que María escogió la mejor parte pero dice San Agustín que no lo mejor, porque lo mejor es tiempo para Dios y tiempo para el prójimo. Esto es ser Marta y María al tiempo.
No somos sólo oración o sólo acción.
Marta y María deben convivir en nosotros, por eso sabemos que no siempre es sencillo lograr el adecuado equilibrio entre servicio y contemplación, para no caer en el activismo ni en un espiritualismo vacío de compromiso.
No se calla Jesús, e increpa cariñosa y seriamente a Marta. Andas inquieta y preocupada por muchas cosas ... todos estamos hartos de trabajo y aún de cosas pendientes.
A los cristianos en general nos cuesta ser, a la vez, Marta y María. Tiempo
para Dios y tiempo para del prójimo que es también para Dios pero que si es mucho nos podemos desfondar.
Hay que pedirle a Dios que nos ayude a no perder de vista lo fundamental.
"No hay nada tan conforme con el evangelio como reunir, por un lado, luz y fuerzas para el alma en la oración, en la lectura y en el retiro y, por otro lado, ir luego a hacer partícipes a los hombres de este alimento espiritual.
Esto es hacer lo que hizo nuestro Señor y, después de él, sus apóstoles;
es juntar el oficio de Marta con el de María; es imitar a la paloma, que
digiere a medias la comida que toma, y luego pone lo demás en el pico de sus pequeños para alimentarlos. Esto es lo que hemos de hacer nosotros y la forma con que hemos de demostrar a Dios con obras que lo amamos."
"Una cosa importante, a la que usted debe atender de manera especial, es
tener mucho trato con nuestro Señor en la oración; allí está la despensa de
donde podrá sacar las instrucciones que necesite para cumplir debidamente las obligaciones que va a tener. .. " (SVPXI, 237)
P.FRANCISCO DOMINGO