Los primeros cristianos tenían un gran respeto por la Oración Dominical, el Padre Nuestro. La Oración dominical no se enseñaba a cualquiera.
Su rezo constituía un privilegio que solo se otorgaba a los que ya habían recibido el bautismo. Era lo último que se enseñaba a los catecúmenos y solo asta la víspera de su bautismo. Era la máxima y más preciada joya de la fe.
“La Oración Dominical es, en verdad, el resumen de todo el Evangelio…. Por tanto, cada uno puede dirigir al cielo diversas oraciones según sus necesidades, pero comenzando siempre por la oración del Señor, que sigue siendo la oración fundamental (Tertuliano 2761)”
“Recorred todas la oraciones que ay en las Escrituras, y no creo que podáis encontrar algo que no este incluido en la oración dominical” (San Agustín 2762)
En la Primera Lectura la insistencia confiada de Abraham cuando intercedía por las ciudades condenadas de Sodoma y Gomorra fue escuchada en la paciencia y en la misericordia de Dios.
En la Tercera Lectura la catequesis de Jesús sobre la oración tiene dos partes. En la primera enseña la plegaria modelo, el Padre Nuestro; en la segunda parte se exponen las condiciones de la oración cristiana: constancia y confianza en la buena disposición de Dios Padre hacia su Hijo.
Las diferencias son notables entre San Mateo 6, 9-15 y San Lucas 11, 2-4. San Mateo tiene dos peticiones masque el Evangelio de San Lucas en la invocación:
1) Lucas invoca a Dios solo como Padre y…
2) Mateo como Padre Nuestro que estas en el Cielo
3) En Lucas no aparece la petición de Jesús de que se realice la voluntad de Dios así en la tierra como en el cielo;
4) En Lucas no se menciona la petición “líbranos del mal”.
La verdad de todo es que hay que pedir así, sin soberbia, ni exigencias, ni condiciones sino con el amor de un hijo confiado que sabe de antemano que nada malo le va a conceder el Padre.
Que hay que buscar primero el Reino de Dios y su justicia, su amor y perdón y también el perdón o el perdonar de los demás. Mateo 6:33, “Buscad primero su Reino y su justicia, y todas esas cosas se os darán por añadidura”.
Todas son peticiones espirituales excepto el pan que puede entenderse el comer diario, también para otros la Eucaristía y para otros todo el Padre Nuestro y para nosotros también es el alimento que todos necesitamos.
Es importante que cuando rezamos esta oración, nos pongamos en presencia de Dios, y es hermoso con las manos extendidas o en suplica, o entrelazados con los demás como signo de que somos una sola familia o también que hay que dar amor a todos para que Dios nos perdone.
La oración debe ser confiada, entregada, creída, dirigida al único que nos puede escuchar en cualquier lugar, tiempo, situación y el único que nos puede devolver la respuesta.
Recopilación y comentario
P. Francisco Domingo
ES NECESARIO ORAR Y TRABAJAR
Las lecturas de este domingo son una invitación a vivir dos actitudes del discípulo: la escucha de la Palabra de Dios, escuchar a Dios, ORAR, hablar de amor con aquel que sabemos que nos ama y el servicio de los hermanos.
Hoy día, los más piensan en el concepto "eficacia". Corremos el peligro de "hacer por hacer" y olvidamos de esa "MEJOR PARTE" que es estar a la escucha de la Palabra. Es imposible vivir como cristiano sin escuchar, serenamente, a Dios, Y CONVERSAR CON ÉL.
Todos nos moveremos en el misterio de cuando es mejor rezar o atender a los hermanos que nos necesitan. Porque es verdad que María escogió la mejor parte pero dice San Agustín que no lo mejor, porque lo mejor es tiempo para Dios y tiempo para el prójimo. Esto es ser Marta y María al tiempo.
No somos sólo oración o sólo acción.
Marta y María deben convivir en nosotros, por eso sabemos que no siempre es sencillo lograr el adecuado equilibrio entre servicio y contemplación, para no caer en el activismo ni en un espiritualismo vacío de compromiso.
No se calla Jesús, e increpa cariñosa y seriamente a Marta. Andas inquieta y preocupada por muchas cosas ... todos estamos hartos de trabajo y aún de cosas pendientes.
A los cristianos en general nos cuesta ser, a la vez, Marta y María. Tiempo
para Dios y tiempo para del prójimo que es también para Dios pero que si es mucho nos podemos desfondar.
Hay que pedirle a Dios que nos ayude a no perder de vista lo fundamental.
"No hay nada tan conforme con el evangelio como reunir, por un lado, luz y fuerzas para el alma en la oración, en la lectura y en el retiro y, por otro lado, ir luego a hacer partícipes a los hombres de este alimento espiritual.
Esto es hacer lo que hizo nuestro Señor y, después de él, sus apóstoles;
es juntar el oficio de Marta con el de María; es imitar a la paloma, que
digiere a medias la comida que toma, y luego pone lo demás en el pico de sus pequeños para alimentarlos. Esto es lo que hemos de hacer nosotros y la forma con que hemos de demostrar a Dios con obras que lo amamos."
"Una cosa importante, a la que usted debe atender de manera especial, es
tener mucho trato con nuestro Señor en la oración; allí está la despensa de
donde podrá sacar las instrucciones que necesite para cumplir debidamente las obligaciones que va a tener. .. " (SVPXI, 237)
P.FRANCISCO DOMINGO
Hoy día, los más piensan en el concepto "eficacia". Corremos el peligro de "hacer por hacer" y olvidamos de esa "MEJOR PARTE" que es estar a la escucha de la Palabra. Es imposible vivir como cristiano sin escuchar, serenamente, a Dios, Y CONVERSAR CON ÉL.
Todos nos moveremos en el misterio de cuando es mejor rezar o atender a los hermanos que nos necesitan. Porque es verdad que María escogió la mejor parte pero dice San Agustín que no lo mejor, porque lo mejor es tiempo para Dios y tiempo para el prójimo. Esto es ser Marta y María al tiempo.
No somos sólo oración o sólo acción.
Marta y María deben convivir en nosotros, por eso sabemos que no siempre es sencillo lograr el adecuado equilibrio entre servicio y contemplación, para no caer en el activismo ni en un espiritualismo vacío de compromiso.
No se calla Jesús, e increpa cariñosa y seriamente a Marta. Andas inquieta y preocupada por muchas cosas ... todos estamos hartos de trabajo y aún de cosas pendientes.
A los cristianos en general nos cuesta ser, a la vez, Marta y María. Tiempo
para Dios y tiempo para del prójimo que es también para Dios pero que si es mucho nos podemos desfondar.
Hay que pedirle a Dios que nos ayude a no perder de vista lo fundamental.
"No hay nada tan conforme con el evangelio como reunir, por un lado, luz y fuerzas para el alma en la oración, en la lectura y en el retiro y, por otro lado, ir luego a hacer partícipes a los hombres de este alimento espiritual.
Esto es hacer lo que hizo nuestro Señor y, después de él, sus apóstoles;
es juntar el oficio de Marta con el de María; es imitar a la paloma, que
digiere a medias la comida que toma, y luego pone lo demás en el pico de sus pequeños para alimentarlos. Esto es lo que hemos de hacer nosotros y la forma con que hemos de demostrar a Dios con obras que lo amamos."
"Una cosa importante, a la que usted debe atender de manera especial, es
tener mucho trato con nuestro Señor en la oración; allí está la despensa de
donde podrá sacar las instrucciones que necesite para cumplir debidamente las obligaciones que va a tener. .. " (SVPXI, 237)
P.FRANCISCO DOMINGO
TESTIMONIO CRSITIANO
La parábola del Buen Samaritano invita a plantearse con seriedad el amor al prójimo. «Hacerse prójimo» con el necesitado.
¿Cuál es la medida del amor al prójimo? El Señor mismo dice:
«como a ti mismo» (Mt 22, 39), Y dice más: «amaos ... como yo os he
amado» (Jn 13,34).
Con el precepto del amor al prójimo:
hay que «hacerse prójimo» del necesitado, como el Buen Samaritano.
No podemos olvidar que los mandamientos se dividen en dos: los tres primeros en relación con Dios y los otros siete en relación con el prójimo.
«El Señor manda el amor a Dios y enseñó lajusticia para con el prójimo a fin de que el hombre no fuese injusto ni indigno de Dios. Así, por el Decálogo, Dios preparaba al hombre para ser su amigo y tener un solo corazón con su prójimo» (S. Ireneo) (2063).
Con un amor que no ame al prójimo por propia utilidad o placer, sino por
buscar eficazmente su bien, y así será verdadero dicho amor. Aunque cueste. Jesucristo es la medida del amor.
Con san Ireneo podemos decir, que siendo un solo corazón para Dios y para el prójimo, nos invita, nos impulsa ante todo sufriente, como el caminante de Jericó apaleado, que nos quita tiempo, descansos y nos trae complicaciones familiares, de responsabilidades y a veces enfrentamos con la justicia.
El samaritano pierde un día, paga plata, y de vuelta lo mismo.
El cristianismo sin amor afectivo y efectivo hacia el prójimo no es nada. (l Pedro 3, 8) "En conclusión, tened todos unos mismos sentimientos, sed
compasivos, amaos cama hermanos, sed misericordiosos y humildes".
Solamente los humildes aman de verdad.
Siempre que se hace algo por el prójimo surgen problemas, como a Jesucristo que todo lo hizo maravillosamente bien y al final se lo pagaron con la muerte.
La caridad es dolorosa a veces, nos quita tiempo, y nos da sinsabores. San
Pablo nos aclara en Filipenses 2, 5-7: 'Tened entre vosotros los mismos
sentimientos que Cristo: El cual, siendo de condición divina, no retuvo
ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando
condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz".
Buen Samaritano es aquel que da su tiempo, lo más valioso porque es la
misma vida, mi vida. Y lo da con un amor efectivo y afectivo, no de cualquier forma, pero siempre y a todos.
Amor que duele muchas veces. No es solo sentimiento que puede ser. Lo
auténtico es dar nuestro tiempo, cualidades, esfuerzos a quien Dios nos pone en el camino como al Buen Samaritano.
P. Francisco Domingo
¿Cuál es la medida del amor al prójimo? El Señor mismo dice:
«como a ti mismo» (Mt 22, 39), Y dice más: «amaos ... como yo os he
amado» (Jn 13,34).
Con el precepto del amor al prójimo:
hay que «hacerse prójimo» del necesitado, como el Buen Samaritano.
No podemos olvidar que los mandamientos se dividen en dos: los tres primeros en relación con Dios y los otros siete en relación con el prójimo.
«El Señor manda el amor a Dios y enseñó lajusticia para con el prójimo a fin de que el hombre no fuese injusto ni indigno de Dios. Así, por el Decálogo, Dios preparaba al hombre para ser su amigo y tener un solo corazón con su prójimo» (S. Ireneo) (2063).
Con un amor que no ame al prójimo por propia utilidad o placer, sino por
buscar eficazmente su bien, y así será verdadero dicho amor. Aunque cueste. Jesucristo es la medida del amor.
Con san Ireneo podemos decir, que siendo un solo corazón para Dios y para el prójimo, nos invita, nos impulsa ante todo sufriente, como el caminante de Jericó apaleado, que nos quita tiempo, descansos y nos trae complicaciones familiares, de responsabilidades y a veces enfrentamos con la justicia.
El samaritano pierde un día, paga plata, y de vuelta lo mismo.
El cristianismo sin amor afectivo y efectivo hacia el prójimo no es nada. (l Pedro 3, 8) "En conclusión, tened todos unos mismos sentimientos, sed
compasivos, amaos cama hermanos, sed misericordiosos y humildes".
Solamente los humildes aman de verdad.
Siempre que se hace algo por el prójimo surgen problemas, como a Jesucristo que todo lo hizo maravillosamente bien y al final se lo pagaron con la muerte.
La caridad es dolorosa a veces, nos quita tiempo, y nos da sinsabores. San
Pablo nos aclara en Filipenses 2, 5-7: 'Tened entre vosotros los mismos
sentimientos que Cristo: El cual, siendo de condición divina, no retuvo
ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando
condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; y se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz".
Buen Samaritano es aquel que da su tiempo, lo más valioso porque es la
misma vida, mi vida. Y lo da con un amor efectivo y afectivo, no de cualquier forma, pero siempre y a todos.
Amor que duele muchas veces. No es solo sentimiento que puede ser. Lo
auténtico es dar nuestro tiempo, cualidades, esfuerzos a quien Dios nos pone en el camino como al Buen Samaritano.
P. Francisco Domingo
LA ASCENSION DEL SEÑOR
Hechos 1:9-11. "Jesús fue levantado al cielo mientras estaban viéndolo, y le recibió una nube que le oculto de sus ojos¨. La Ascensión ha sido trasladada al domingo 7º de Pascua, porque el jueves día 13 no fue día de fiesta, al cumplirse cuarenta días después de la Resurrección, conforme al relato de san Lucas en su Evangelio y en los Hechos de los Apóstoles. La Ascensión expresa que no todo es muerte sino cielo y vida eterna, la vida después de la vida. No nacemos para morir sino para la gloria
La redención de todos los hombres comienza en la Encarnación (toda la vida de Jesucristo es redentora) y culmina de alguna forma hoy en la Ascensión del Señor y hasta podríamos decir que en Pentecostés cuando Jesucristo no nos deja solos sino: Juan 14,18: ¨No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros¨.
Al contemplar la ascensión de su Señor con su cuerpo, alma y divinidad a los cielos los discípulos quedaron asombrados, porque no entendían las Escrituras antes del don del Espíritu, el día de Pentecostés y miraban hacia lo alto. Dos hombres vestidos de blanco (que se aparecieron) aclaran algo el misterio: Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse (Hechos 1,11).
Dice el Evangelio de san Mateo (28,19-20) que el Señor envía a los discípulos a proclamar y a realizar la salvación, según la triple dimensión de la Iglesia, fe, culto (sacramentos y oraciones) y vida cristiana: ¨Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo¨. ¨ Habita en la Eucaristía, en la gracia, en la oración, en la Palabra, en el otro, sobre todo en el que sufre.. Pero no le vemos cara a cara como lo veían los apóstoles.
Las oraciones de esta solemnidad piden que permanezcamos fieles a la doble condición de la vida cristiana, orientada simultáneamente a las realidades temporales y a las eternas. Esta es la vida en la Iglesia, comprometida en el mundo pero también en la oración. Mirando al cielo pero los pies en la tierra. Afincados en esta tierra que Dios a creado para nosotros, pero con la esperanza de los bienes futuros., pero encarnados en el tiempo y en las necesidades de todos los vivientes, aliviando dolores, dando amor a todos, y recordándonos unos a otros que tenemos vocación de cielo.
Recopilación y comentario
P. FRANCISCO DOMINGO
La redención de todos los hombres comienza en la Encarnación (toda la vida de Jesucristo es redentora) y culmina de alguna forma hoy en la Ascensión del Señor y hasta podríamos decir que en Pentecostés cuando Jesucristo no nos deja solos sino: Juan 14,18: ¨No os dejaré huérfanos: volveré a vosotros¨.
Al contemplar la ascensión de su Señor con su cuerpo, alma y divinidad a los cielos los discípulos quedaron asombrados, porque no entendían las Escrituras antes del don del Espíritu, el día de Pentecostés y miraban hacia lo alto. Dos hombres vestidos de blanco (que se aparecieron) aclaran algo el misterio: Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse (Hechos 1,11).
Dice el Evangelio de san Mateo (28,19-20) que el Señor envía a los discípulos a proclamar y a realizar la salvación, según la triple dimensión de la Iglesia, fe, culto (sacramentos y oraciones) y vida cristiana: ¨Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo¨. ¨ Habita en la Eucaristía, en la gracia, en la oración, en la Palabra, en el otro, sobre todo en el que sufre.. Pero no le vemos cara a cara como lo veían los apóstoles.
Las oraciones de esta solemnidad piden que permanezcamos fieles a la doble condición de la vida cristiana, orientada simultáneamente a las realidades temporales y a las eternas. Esta es la vida en la Iglesia, comprometida en el mundo pero también en la oración. Mirando al cielo pero los pies en la tierra. Afincados en esta tierra que Dios a creado para nosotros, pero con la esperanza de los bienes futuros., pero encarnados en el tiempo y en las necesidades de todos los vivientes, aliviando dolores, dando amor a todos, y recordándonos unos a otros que tenemos vocación de cielo.
Recopilación y comentario
P. FRANCISCO DOMINGO
COMPARTIENDO 55
El día de San Pedro y San Pablo, del Papa, de Benedicto XVI, nos centra en la realidad de la Iglesia como la comunidad de Jesucristo, que es la cabeza, cabeza invisible. El Papa actual, como todos los papas son vicarios de Jesucristo, cabeza visible. Jesucristo, la Iglesia, el Papa.
Todos somos iglesia. Cada uno tiene sus funciones pero todos pertenecemos al mismo Pueblo de Dios, al Cuerpo Místico de Cristo.
Nadie es más Iglesia que otro, sí se puede ser y de hecho se es .más agradable a Dios si somos como los santos. Pero los que creemos en Cristo, somos bautizados y estamos en comunión con la jerarquía, religiosos y laicos, pertenecemos a la Iglesia, la continuación de Cristo en el tiempo, a la comunidad de comunidades.
Jesús dijo a Pedro: « Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,... A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. » Mateo 16, 17-19. La primera y única vez que Jesús dice la Palabra Iglesia.
Hay al menos 19 textos bíblicos, que nos enseñan el papado como el gran servicio, el vicariato de Cristo, la cabeza visible de la Iglesia: 'Tú eres Simón, hijo de Juan; te llamarás Kefas', que quiere decir Piedra'"
(Jn. 1, 42). "Apacienta mis corderos ... Cuida mis ovejas ... Apacienta mis ovejas" (Jn. 21, 15-17). "Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos ... Tú, cuando hayas vuelto (de las negaciones), tendrás que fortalecer a tus hermanos" Dios ha querido un hombre al servicio incondicional de su Iglesia, para enseñar, santificar, dirigir. El Papa es el Vicario de Jesucristo, por la Fe hay que verle como Dios quiere que le veamos. El Pastor de los Pastores.
El Papa tiene también su vocación dentro de la Iglesia. Cada Cristiano tiene que vivir a plenitud su Fe, Esperaza y Caridad, como Papa, como obispo, como sacerdote, religiosa, laico, esposo, esposa, estudiante, profesional, trabajador ...
La iglesia es la continuación de Cristo en el tiempo y tiene que hacer lo que Cristo haría aqui y ahora, en el 2010, si no actuamos y si no amamos como Cristo lo haría, la iglesia sería un fracaso.
La iglesia siendo la continuación de Cristo en el tiempo, debe actuar para que la sociedad se parezca mas cada día al Reino que Dios quiere.
Lo más lejos del ser cristiano es ser egoísta, indiferente ante un mundo que arde en el mal, ante Dios y los hermanos. Si la iglesia no transforma el mundo como Cristo hizo y anunció, la iglesia fracasaría en su misión.
Todos estamos como bautizados a procurar, un mundo más justo, más humano, más Cristiano. Y Cristo se encarnó y nos redimió para un mundo según el corazón de Dios.
P. Francisco Domingo CM.
Todos somos iglesia. Cada uno tiene sus funciones pero todos pertenecemos al mismo Pueblo de Dios, al Cuerpo Místico de Cristo.
Nadie es más Iglesia que otro, sí se puede ser y de hecho se es .más agradable a Dios si somos como los santos. Pero los que creemos en Cristo, somos bautizados y estamos en comunión con la jerarquía, religiosos y laicos, pertenecemos a la Iglesia, la continuación de Cristo en el tiempo, a la comunidad de comunidades.
Jesús dijo a Pedro: « Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia,... A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos. » Mateo 16, 17-19. La primera y única vez que Jesús dice la Palabra Iglesia.
Hay al menos 19 textos bíblicos, que nos enseñan el papado como el gran servicio, el vicariato de Cristo, la cabeza visible de la Iglesia: 'Tú eres Simón, hijo de Juan; te llamarás Kefas', que quiere decir Piedra'"
(Jn. 1, 42). "Apacienta mis corderos ... Cuida mis ovejas ... Apacienta mis ovejas" (Jn. 21, 15-17). "Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido permiso para sacudirlos ... Tú, cuando hayas vuelto (de las negaciones), tendrás que fortalecer a tus hermanos" Dios ha querido un hombre al servicio incondicional de su Iglesia, para enseñar, santificar, dirigir. El Papa es el Vicario de Jesucristo, por la Fe hay que verle como Dios quiere que le veamos. El Pastor de los Pastores.
El Papa tiene también su vocación dentro de la Iglesia. Cada Cristiano tiene que vivir a plenitud su Fe, Esperaza y Caridad, como Papa, como obispo, como sacerdote, religiosa, laico, esposo, esposa, estudiante, profesional, trabajador ...
La iglesia es la continuación de Cristo en el tiempo y tiene que hacer lo que Cristo haría aqui y ahora, en el 2010, si no actuamos y si no amamos como Cristo lo haría, la iglesia sería un fracaso.
La iglesia siendo la continuación de Cristo en el tiempo, debe actuar para que la sociedad se parezca mas cada día al Reino que Dios quiere.
Lo más lejos del ser cristiano es ser egoísta, indiferente ante un mundo que arde en el mal, ante Dios y los hermanos. Si la iglesia no transforma el mundo como Cristo hizo y anunció, la iglesia fracasaría en su misión.
Todos estamos como bautizados a procurar, un mundo más justo, más humano, más Cristiano. Y Cristo se encarnó y nos redimió para un mundo según el corazón de Dios.
P. Francisco Domingo CM.
PENTECOSTES, PRINCIPIO DE LA IGLESIA EN LA MISION DEL ESPIRITU SANTO I Parte
En los Hechos de los Apóstoles, San Lucas desarrolla su programa eclesiológico en los dos primeros capítulos, especialmente en el relato del día de Pentecostés.
Pentecostés representa para San Lucas, el nacfmiento de la Iglesia por obra del Espíritu Santo. El Espíritu desciende sobre la comunidad de los discípulos -"asiduos y unánimes en la oración"-, reunida «con María, la madre de Jesús» y con los once apóstoles.
Podemos decir, por tanto, que la Iglesia comienza con la venida del Espíritu Santo y que el Espíritu Santo «entra» en una comunidad que ora, que se mantiene unida y cuyo centro son María y los apóstoles.
1. La Iglesia es apostólica, «edificada sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas» (Ef.2, 20). La Iglesia no puede vivir sin este vínculo que la une, de una manera viva y concreta, a la corriente ininterrumpida de la sucesión apostólica, firme garante de la fidelidad a la fe de los apóstoles. San Lucas subraya una vez más esta nota de la Iglesia: «Todos perseveraban en la doctrina de los apóstoles» (2,42).
El valor de la perseverancia, del estarse y vivir firmemente anclados en la doctrina de los apóstoles, es también, en la intención del evangelista, una advertencia para la Iglesia de su tiempo -y de todos los tiempos. «Eran asiduos en escuchar la enseñanza de los apóstoles».
No se trata sólo de un escuchar; sino de aquella perseverancia profunda y vital con la que la Iglesia se halla insertada, arraigada en la doctrina de los apóstoles; bajo esta luz, la advertencia de Lucas se hace también radical exigencia para la vida personal de los creyentes. ¿Se halla mi vida verdaderamente fundada sobre esta doctrina? ¿Confluyen hacia este centro las corrientes de mi existencia?
2. El Espíritu penetra en una comunidad congregada en torno a los apóstoles, una comunidad que perseveraba en la oración.
Encontramos aquí la segunda nota de la Iglesia: la Iglesia es santa, y esta santidad no es el resultado de su propia fuerza; esta santidad brota de su conversión al Señor.
Fijar la mirada en el Padre, fijar los ojos en la sangre de Cristo: esta perseverancia es la condición esencial de la esta bilidad de la Iglesia, de su fecundidad y de su vida misma. Al final del segundo capítulo de los Hechos: «Eran asiduos -dice San Lucas- en la fracción del pan y en la oración». Al celebrar la Eucaristía, tengamos fijos los ojos en la sangre de Cristo. La celebración de la Eucaristía no ha de limitarse a la esfera de lo puramente litúrgico, sino que ha de constituir el eje de nuestra vida personal. A partir de este eje, nos hacemos «conformes con la imagen de su Hijo» (Rom 8,29). De esta suerte se hace santa la Iglesia, y con la santidad se hace también una.
3. La comunidad de Pentecostés se mantenía unida en la oración, era «unánime» Después de la venida del Espíritu Santo, San Lucas utiliza una expresión todavia más intensa: «La muchedumbre... tenía un corazón y un alma sola» (Hch. 4,32). La unicidad del corazón.
Por: Jorge Carranza
Pentecostés representa para San Lucas, el nacfmiento de la Iglesia por obra del Espíritu Santo. El Espíritu desciende sobre la comunidad de los discípulos -"asiduos y unánimes en la oración"-, reunida «con María, la madre de Jesús» y con los once apóstoles.
Podemos decir, por tanto, que la Iglesia comienza con la venida del Espíritu Santo y que el Espíritu Santo «entra» en una comunidad que ora, que se mantiene unida y cuyo centro son María y los apóstoles.
1. La Iglesia es apostólica, «edificada sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas» (Ef.2, 20). La Iglesia no puede vivir sin este vínculo que la une, de una manera viva y concreta, a la corriente ininterrumpida de la sucesión apostólica, firme garante de la fidelidad a la fe de los apóstoles. San Lucas subraya una vez más esta nota de la Iglesia: «Todos perseveraban en la doctrina de los apóstoles» (2,42).
El valor de la perseverancia, del estarse y vivir firmemente anclados en la doctrina de los apóstoles, es también, en la intención del evangelista, una advertencia para la Iglesia de su tiempo -y de todos los tiempos. «Eran asiduos en escuchar la enseñanza de los apóstoles».
No se trata sólo de un escuchar; sino de aquella perseverancia profunda y vital con la que la Iglesia se halla insertada, arraigada en la doctrina de los apóstoles; bajo esta luz, la advertencia de Lucas se hace también radical exigencia para la vida personal de los creyentes. ¿Se halla mi vida verdaderamente fundada sobre esta doctrina? ¿Confluyen hacia este centro las corrientes de mi existencia?
2. El Espíritu penetra en una comunidad congregada en torno a los apóstoles, una comunidad que perseveraba en la oración.
Encontramos aquí la segunda nota de la Iglesia: la Iglesia es santa, y esta santidad no es el resultado de su propia fuerza; esta santidad brota de su conversión al Señor.
Fijar la mirada en el Padre, fijar los ojos en la sangre de Cristo: esta perseverancia es la condición esencial de la esta bilidad de la Iglesia, de su fecundidad y de su vida misma. Al final del segundo capítulo de los Hechos: «Eran asiduos -dice San Lucas- en la fracción del pan y en la oración». Al celebrar la Eucaristía, tengamos fijos los ojos en la sangre de Cristo. La celebración de la Eucaristía no ha de limitarse a la esfera de lo puramente litúrgico, sino que ha de constituir el eje de nuestra vida personal. A partir de este eje, nos hacemos «conformes con la imagen de su Hijo» (Rom 8,29). De esta suerte se hace santa la Iglesia, y con la santidad se hace también una.
3. La comunidad de Pentecostés se mantenía unida en la oración, era «unánime» Después de la venida del Espíritu Santo, San Lucas utiliza una expresión todavia más intensa: «La muchedumbre... tenía un corazón y un alma sola» (Hch. 4,32). La unicidad del corazón.
Por: Jorge Carranza
PENTECOSTES, PRINCIPIO DE LA IGLESIA EN LA MISION DEL ESPIRITU SANTO II Parte
El corazón -dicen los Padres de la Iglesia- es el órgano propulsor del cuerpo. Este órgano esencial, este centro de la vida, no es ya, después de la conversión. El corazón, este órgano impulsor, es uno y único para todos y en todos: «Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí» (Gál 2,20), dice San Pablo.
Este punto se halla estrechamente vinculado con los anteriores. La trascendencia, la apertura de la propia vida, exige el camino de la oración, exige no sólo la oración privada, sino también la oración eclesial, es decir, el Sacramento y la Eucaristía, la unión real con Cristo. Y el camino de los sacramentos exige la perseverancia en la doctrina de los apóstoles y la unión con los sucesores de los apóstoles, con Pedro. Pero debe intervenir también otro elemento, el elemento mariano: la unión del corazón, la penetración de la vida de Jesús en la intimidad de la vida cotidiana, del sentimiento, de la voluntad y del entendimiento.
1. El día de Pentecostés manifiesta también la cuarta nota de la Iglesia: la catolicidad. El Espíritu Santo revela su presencia en el don de lenguas, hace comprender las lenguas, crea unidad en la diversidad. Y así la Iglesia, ya en su primer día, habla en todas las lenguas, es católica desde el principio.
Para la idea lucana de Iglesia y, por tanto, para una eclesiología fiel a la Escritura; el prodigio de las lenguas expresa un contenido lleno de significación: la Iglesia universa1 precede a las Iglesias particulares; la unidad es antes que las partes; la Iglesia universal, católica, alumbra a las Iglesias particulares, las cuales sólo pueden ser Iglesia en comunión con la catolicidad.
Por otra parte, la catolicidad exige la numerosidad de lenguas, la conciliación y reunión de las riquezas de la humanidad en el amor del Crucificado. La catolicidad, por tanto, no consiste únicamente en algo exterior, sino que es además una característica interna de la fe personal: creer con la Iglesia de todos los tiempos, de todos los continentes, de todas las culturas, de todas las lenguas. La catolicidad exige la apertura del corazón.
Los apóstoles pudieron realizar la Iglesia católica porque la Iglesia era ya católica en su corazón. Fue la suya una fe católica abierta a todas las lenguas. La Iglesia se hace infecunda cuando falta la catolicidad del corazón, la catolicidad de la fe personal.
El día de Pentecostés anticipa, según San Lucas, la historia entera de la Iglesia. Esta historia es sólo una manifestación del don del Espíritu Santo.
La realización del dinamismo del Espíritu, que impulsa a la Iglesia hacia los confines de la tierra y de los tiempos, constituye el contenido central de todos los capítulos de los Hechos de los Apóstoles, donde se nos describe el paso del Evangelio, del mundo de los judíos al mundo de los paganos, de Jerusalén a Roma. En la estructura de este libro, Roma representa el mundo de los paganos, todos aquellos pueblos que se hallan fuera del antiguo pueblo de Dios. Los Hechos termínan con la llegada del Evangelio a Roma; ha alcanzado su meta el camino que se iniciara en Jerusalén; se ha realizado la Iglesia católica, que continúa y sustituye al antiguo pueblo de Dios, el cual tenía su centro en Jerusalén.
Este punto se halla estrechamente vinculado con los anteriores. La trascendencia, la apertura de la propia vida, exige el camino de la oración, exige no sólo la oración privada, sino también la oración eclesial, es decir, el Sacramento y la Eucaristía, la unión real con Cristo. Y el camino de los sacramentos exige la perseverancia en la doctrina de los apóstoles y la unión con los sucesores de los apóstoles, con Pedro. Pero debe intervenir también otro elemento, el elemento mariano: la unión del corazón, la penetración de la vida de Jesús en la intimidad de la vida cotidiana, del sentimiento, de la voluntad y del entendimiento.
1. El día de Pentecostés manifiesta también la cuarta nota de la Iglesia: la catolicidad. El Espíritu Santo revela su presencia en el don de lenguas, hace comprender las lenguas, crea unidad en la diversidad. Y así la Iglesia, ya en su primer día, habla en todas las lenguas, es católica desde el principio.
Para la idea lucana de Iglesia y, por tanto, para una eclesiología fiel a la Escritura; el prodigio de las lenguas expresa un contenido lleno de significación: la Iglesia universa1 precede a las Iglesias particulares; la unidad es antes que las partes; la Iglesia universal, católica, alumbra a las Iglesias particulares, las cuales sólo pueden ser Iglesia en comunión con la catolicidad.
Por otra parte, la catolicidad exige la numerosidad de lenguas, la conciliación y reunión de las riquezas de la humanidad en el amor del Crucificado. La catolicidad, por tanto, no consiste únicamente en algo exterior, sino que es además una característica interna de la fe personal: creer con la Iglesia de todos los tiempos, de todos los continentes, de todas las culturas, de todas las lenguas. La catolicidad exige la apertura del corazón.
Los apóstoles pudieron realizar la Iglesia católica porque la Iglesia era ya católica en su corazón. Fue la suya una fe católica abierta a todas las lenguas. La Iglesia se hace infecunda cuando falta la catolicidad del corazón, la catolicidad de la fe personal.
El día de Pentecostés anticipa, según San Lucas, la historia entera de la Iglesia. Esta historia es sólo una manifestación del don del Espíritu Santo.
La realización del dinamismo del Espíritu, que impulsa a la Iglesia hacia los confines de la tierra y de los tiempos, constituye el contenido central de todos los capítulos de los Hechos de los Apóstoles, donde se nos describe el paso del Evangelio, del mundo de los judíos al mundo de los paganos, de Jerusalén a Roma. En la estructura de este libro, Roma representa el mundo de los paganos, todos aquellos pueblos que se hallan fuera del antiguo pueblo de Dios. Los Hechos termínan con la llegada del Evangelio a Roma; ha alcanzado su meta el camino que se iniciara en Jerusalén; se ha realizado la Iglesia católica, que continúa y sustituye al antiguo pueblo de Dios, el cual tenía su centro en Jerusalén.
CUESTA SEGUIR A CRISTO... PERO, VALE LA PENA!
Para Jesús. no había lugares o momentos exclusivos para evangelizar, Él era la "Palabra", y cada vez que hablaba o actuaba, también "evangelizaba": sea en el templo o en la sinagoga; sea en la montaña o a la orílla del mar; sea durante un banquete o a la vera de un pozo; sea conversando con sus "amigos", los discípulos, o en encuentros ocasionales con desconocidos, como relata el evangelio de hoy.
Durante uno de sus viajes hacia Jerusalén - nos cuenta San Lucas - hizo varios de estos encuentros, que le sirvieron para explicarnos a todos las condiciones para ser sus verdaderos díscípulos.
El primer encuentro fue bastante triste y decepcionante para los apóstoles que acompañaban a Jesús: habían buscado alojamiento donde unos samaritanos, y fueren rechazados de malo modo, simplemente porque se dirigían a Jerusalén. Se sintieron llenos de cólera y quisieron invocar sobre ellos la maldición divina.
Pero, el Señor los "reprendlé", por su falta de paciencia y de humildad, haciéndoles así entender, a ellos y a todos nosotros, que ser sus discípulos implica aceptar el rechazo y el desprecio de parte de cuantos no aceptan la Palabra de Dios.
Más adelante, Jesús encontró una persona de buena voluntad, (un maestro de la ley - precisa Marcos), que se ofreció a ser su discípulo; y el Señor le puso una condición: aceptar el sacrificio y la renuncia a las comodidades: "El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza". Esta afirmación de Jesús tuvo que desanimar a esa buena persona, que ... desapareció.
Los otros dos encuentros que narra el evangelista Lucas fueron seguramente chocantes para los que escucharon el llamado personal de Jesús a seguirlo: el Señor les pedía la renuncia más difícil y más dolorosa: dejar a un lado a su familia. Y tampoco ellos supieron aceptar ese sacrificio heroico.
Jesús no les reprochó nada; sólo declaró tristemente: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios". Es decir: los que aceptan ser obreros en la viña del Señor, necesitan desligarse de todas las ataduras familiares que puedan obstaculizar su entrega total al servicio de todos los hermanos.
Por eso, los misioneros, que han escuchado el llamado del Señor, están dispuestos a dejar su patria, su pueblo, su familia, es decir, los seres y las cosas más queridas, para decirJe a Jesús: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad".
Dice Jesús en el evangelio: "No es digno de mí el que ama a su padre o a su madre más que a mí (Mt. 10,37). El Señor no condena nuestro amor santo hacia los que nos han dado la vida, sino que nos ofrece un amor infinitamente más grande, que incluye y eleva todo amor terreno. Y para los que lo aceptan, la recompensa es segura. A Pedro, que le preguntó: "A nosotros que lo dejamos todo y te seguimos, ¿qué nos espera?" , Jesús contestó : "Todo el que deja casa, hermanos, hermanas, padre. madre, hijos o propiedades, por amor de mi Nombre, recibirá cien veces lo que dejó y tendrá por herencia la vida eterna". (Mt. 19,29)
De verdad, cuesta seguir ti Cristo, pero ... vale la peña!
Por: P. Alfio Giorgi
Durante uno de sus viajes hacia Jerusalén - nos cuenta San Lucas - hizo varios de estos encuentros, que le sirvieron para explicarnos a todos las condiciones para ser sus verdaderos díscípulos.
El primer encuentro fue bastante triste y decepcionante para los apóstoles que acompañaban a Jesús: habían buscado alojamiento donde unos samaritanos, y fueren rechazados de malo modo, simplemente porque se dirigían a Jerusalén. Se sintieron llenos de cólera y quisieron invocar sobre ellos la maldición divina.
Pero, el Señor los "reprendlé", por su falta de paciencia y de humildad, haciéndoles así entender, a ellos y a todos nosotros, que ser sus discípulos implica aceptar el rechazo y el desprecio de parte de cuantos no aceptan la Palabra de Dios.
Más adelante, Jesús encontró una persona de buena voluntad, (un maestro de la ley - precisa Marcos), que se ofreció a ser su discípulo; y el Señor le puso una condición: aceptar el sacrificio y la renuncia a las comodidades: "El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza". Esta afirmación de Jesús tuvo que desanimar a esa buena persona, que ... desapareció.
Los otros dos encuentros que narra el evangelista Lucas fueron seguramente chocantes para los que escucharon el llamado personal de Jesús a seguirlo: el Señor les pedía la renuncia más difícil y más dolorosa: dejar a un lado a su familia. Y tampoco ellos supieron aceptar ese sacrificio heroico.
Jesús no les reprochó nada; sólo declaró tristemente: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás, no vale para el reino de Dios". Es decir: los que aceptan ser obreros en la viña del Señor, necesitan desligarse de todas las ataduras familiares que puedan obstaculizar su entrega total al servicio de todos los hermanos.
Por eso, los misioneros, que han escuchado el llamado del Señor, están dispuestos a dejar su patria, su pueblo, su familia, es decir, los seres y las cosas más queridas, para decirJe a Jesús: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad".
Dice Jesús en el evangelio: "No es digno de mí el que ama a su padre o a su madre más que a mí (Mt. 10,37). El Señor no condena nuestro amor santo hacia los que nos han dado la vida, sino que nos ofrece un amor infinitamente más grande, que incluye y eleva todo amor terreno. Y para los que lo aceptan, la recompensa es segura. A Pedro, que le preguntó: "A nosotros que lo dejamos todo y te seguimos, ¿qué nos espera?" , Jesús contestó : "Todo el que deja casa, hermanos, hermanas, padre. madre, hijos o propiedades, por amor de mi Nombre, recibirá cien veces lo que dejó y tendrá por herencia la vida eterna". (Mt. 19,29)
De verdad, cuesta seguir ti Cristo, pero ... vale la peña!
Por: P. Alfio Giorgi
JERZY POPIELUSZKO... SACERDOTE MARTIR A LOS 38 AÑOS I Parte
Jerzy Popieluszko nació el 14 de Setiembre de 1947 y era el tercero de cinco hijos. Fue bautizado con el nombre de Alfons (en casa le llamaban Alek antes del cambio de nombre).
Sus padres Marianna y Wladyslaw eran unos humildes labradores en Okopa, un pueblo al noreste de Polonia.
Wladiyslaw Popieluszko recuerda los primeros síntomas de la vocación sacerdotal de su hijo: "Dios dirigía desde el principio sus pasos, cuando tenía solamente cinco años y falleció nuestra hija Jadwiga, de dos años. Jerzy firme y de pie se quedó mirando el cuerpo muerto de su hermana y afirmó: "Quiero ser sacerdote, rezaré mucho por ella".
La formación recibida en su casa era profundamente cristiana, a los once años le dijo a su madre que quería estudiar en el colegio de Niepokalanow, la ciudad de los franciscanos.
Alek-Jerzy admiraba a Maximiliano Kolbe, por su martirio y su mensaje: "Si deseamos permanecer libres en el espíritu, debemos vivir en la verdad". Su madre le convenció para que esperara, pues "todavía era un niño", Alek empezó a asistir diariamente a la Santa Misa ayudando como monaguillo Ya en el Seminario Jerzy se caracterizó por la normalidad y una gran confianza con los superiores En el segundo año, en 1966, fue llamado a filas en contravención de los acuerdos con la Iglesia de 1950.
El gobierno comunista pensaba que de esta manera conseguiría que un gran número de candidatos al sacerdocio renunciarían ante esta llamada al servicio militar.
Ya de vuelta al Seminario en 1968 se puso en evidencia su débil salud, fruto en parte del tratamiento recibido durante el servicio militar.
Fue hospitalizado y operado de la glándula tiroides.
El sufrimiento físico y el contacto con los enfermos dejaron una honda huella en su personalidad: era profundamente sensible a las necesidades, dolores y sufrimientos ajenos.
El rector del Seminario lo recuerda como un chico callado y tranquilo que se llevaba bien con todos y su trato era abierto y confiado, no imponía sus criterios. En el estudio era aplicado, pero no brillaba por grandes dotes intelectuales ....
Antes de la ordenación sacerdotal decidió cambiar de nombre: Alek por Jerzy (Jorge).
La ordenación la recibió de manos del Cardenal Stefan Wyszyriski el 28 de Mayo de 1972.
En la homilía el primado de Polonia dijo: "Vais a encontraros con una ardua labor en la que habrá que poner mucho esfuerzo, entrega y sacrificio. Vuestra vida no va a ser fácil". Popieluszko no se dio cuenta de que las palabras proféticas del primado se iban a cumplir literalmente en su propia vida.
La esperanza en Dios era su fuerza para vencer todas las dificultades y así se puso de manifiesto en sus Misas, para él la Misa era el centro de toda su vida sacerdotal, sufría con el pueblo y sentía vivamente los lazos de fraternidad y de libertad por la que luchaba y por lo que se convirtió en un sacerdote "vigilado" por las autoridades del lugar.
Sus padres Marianna y Wladyslaw eran unos humildes labradores en Okopa, un pueblo al noreste de Polonia.
Wladiyslaw Popieluszko recuerda los primeros síntomas de la vocación sacerdotal de su hijo: "Dios dirigía desde el principio sus pasos, cuando tenía solamente cinco años y falleció nuestra hija Jadwiga, de dos años. Jerzy firme y de pie se quedó mirando el cuerpo muerto de su hermana y afirmó: "Quiero ser sacerdote, rezaré mucho por ella".
La formación recibida en su casa era profundamente cristiana, a los once años le dijo a su madre que quería estudiar en el colegio de Niepokalanow, la ciudad de los franciscanos.
Alek-Jerzy admiraba a Maximiliano Kolbe, por su martirio y su mensaje: "Si deseamos permanecer libres en el espíritu, debemos vivir en la verdad". Su madre le convenció para que esperara, pues "todavía era un niño", Alek empezó a asistir diariamente a la Santa Misa ayudando como monaguillo Ya en el Seminario Jerzy se caracterizó por la normalidad y una gran confianza con los superiores En el segundo año, en 1966, fue llamado a filas en contravención de los acuerdos con la Iglesia de 1950.
El gobierno comunista pensaba que de esta manera conseguiría que un gran número de candidatos al sacerdocio renunciarían ante esta llamada al servicio militar.
Ya de vuelta al Seminario en 1968 se puso en evidencia su débil salud, fruto en parte del tratamiento recibido durante el servicio militar.
Fue hospitalizado y operado de la glándula tiroides.
El sufrimiento físico y el contacto con los enfermos dejaron una honda huella en su personalidad: era profundamente sensible a las necesidades, dolores y sufrimientos ajenos.
El rector del Seminario lo recuerda como un chico callado y tranquilo que se llevaba bien con todos y su trato era abierto y confiado, no imponía sus criterios. En el estudio era aplicado, pero no brillaba por grandes dotes intelectuales ....
Antes de la ordenación sacerdotal decidió cambiar de nombre: Alek por Jerzy (Jorge).
La ordenación la recibió de manos del Cardenal Stefan Wyszyriski el 28 de Mayo de 1972.
En la homilía el primado de Polonia dijo: "Vais a encontraros con una ardua labor en la que habrá que poner mucho esfuerzo, entrega y sacrificio. Vuestra vida no va a ser fácil". Popieluszko no se dio cuenta de que las palabras proféticas del primado se iban a cumplir literalmente en su propia vida.
La esperanza en Dios era su fuerza para vencer todas las dificultades y así se puso de manifiesto en sus Misas, para él la Misa era el centro de toda su vida sacerdotal, sufría con el pueblo y sentía vivamente los lazos de fraternidad y de libertad por la que luchaba y por lo que se convirtió en un sacerdote "vigilado" por las autoridades del lugar.
JERZY POPIELUSZKO... SACERDOTE MARTIR A LOS 38 AÑOS II Parte
El 19 de Octubre de 1984, Popieluszko viajaba a Varsovia a Bydgoszcz para celebrar en esa ciudad la que seria su última Misa y Rosario. A esa Misa, como en las Misas por la Patria, siempre asistían colaboradores del sistema comunista.
Como siempre, el sacerdote hizo una llamada a la paz y al perdón, a no dejarse provocar, a vencer el mal con abundancia de bien.
En el camino de vuelta, tres agentes del Ministerio del Interior le detuvieron en la carretera. Le apalearon brutalmente y le echaron al río Vistula.
El chofer consiguió escapar, dio la noticia esa misma noche y reconoció a los culpables. El cadáver sería encontrado diez días después. Según las últimas investigaciones, todo el juicio posterior fue una farsa, una sarta de mentiras.
Pero el mundo entero sabe quién mató a Popieluszko: el sistema comunista.
Desde su muerte más de 18 millones de personas han peregrinado a su tumba, situada junto a la Iglesia de San Estanislao de Kostka, en Varsovia. El14 de Junio de 1987, S.S. Juan Pablo II fue a su tumba.
Permaneció un buen rato en oración de rodillas, acompañado por los padres de Popieluszko.
"Mujer nos has dado un gran hijo" dijo a Marianna.
"Santo Padre, yo no lo he dado, sino que Dios lo ha dado al mundo a través de mi". El Papa la besó en la cabeza y después abrazó fuertemente al padre. La madre nacida como Juan Pablo 11 en 1920 tuvo entonces la profunda convicción de que vería la beatificación de su hijo sacerdote. Y allí estuvo, el 06 de Junio de este año, en la Plaza de Pilsudski (o de la Victoria) en Varsovia. En el mismo lugar en que, el 03 de Junio de 1979, Popieluszko anotó unas palabras que acababa de escuchar al Papa: "¡Espíritu Santo, renueva la faz de la tierra, renueva los corazones!"
El momento más conmovedor de la ceremonia de beatificación tuvo lugar cuando la madre del mártir, Marianna Popieluszko, dirigió el rezo de una decena del Rosario, al final de la cual los asistentes a la ceremonia rompieron en aplausos.
El arzobispo de Varsovia, Kazimierz Nycz, también tuvo para ella unas palabras: "querida madre de Jerzy, gracias por tu hijo, sacerdote y mártir".
Como siempre, el sacerdote hizo una llamada a la paz y al perdón, a no dejarse provocar, a vencer el mal con abundancia de bien.
En el camino de vuelta, tres agentes del Ministerio del Interior le detuvieron en la carretera. Le apalearon brutalmente y le echaron al río Vistula.
El chofer consiguió escapar, dio la noticia esa misma noche y reconoció a los culpables. El cadáver sería encontrado diez días después. Según las últimas investigaciones, todo el juicio posterior fue una farsa, una sarta de mentiras.
Pero el mundo entero sabe quién mató a Popieluszko: el sistema comunista.
Desde su muerte más de 18 millones de personas han peregrinado a su tumba, situada junto a la Iglesia de San Estanislao de Kostka, en Varsovia. El14 de Junio de 1987, S.S. Juan Pablo II fue a su tumba.
Permaneció un buen rato en oración de rodillas, acompañado por los padres de Popieluszko.
"Mujer nos has dado un gran hijo" dijo a Marianna.
"Santo Padre, yo no lo he dado, sino que Dios lo ha dado al mundo a través de mi". El Papa la besó en la cabeza y después abrazó fuertemente al padre. La madre nacida como Juan Pablo 11 en 1920 tuvo entonces la profunda convicción de que vería la beatificación de su hijo sacerdote. Y allí estuvo, el 06 de Junio de este año, en la Plaza de Pilsudski (o de la Victoria) en Varsovia. En el mismo lugar en que, el 03 de Junio de 1979, Popieluszko anotó unas palabras que acababa de escuchar al Papa: "¡Espíritu Santo, renueva la faz de la tierra, renueva los corazones!"
El momento más conmovedor de la ceremonia de beatificación tuvo lugar cuando la madre del mártir, Marianna Popieluszko, dirigió el rezo de una decena del Rosario, al final de la cual los asistentes a la ceremonia rompieron en aplausos.
El arzobispo de Varsovia, Kazimierz Nycz, también tuvo para ella unas palabras: "querida madre de Jerzy, gracias por tu hijo, sacerdote y mártir".
GRACIAS SEÑOR POR TUS SACERDOTES
Al empezar esta reflexión sobre el Año Sacerdotal que ya ha concluido, me viene a la mente y al corazón la oración que Jesús pronunció antes de padecer: "Yo ruego por ellos.
No ruego por el mundo, sino por los que tú me diste, que ya son tuyos... " (JIL17, 9); también el pedido que le hace Pablo a su "Hijo Espiritual" Timoteo: "Por eso te invito a que reavives el don espiritual que Dios depositó en ti por medio de la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de amor y de buen juicio. Por eso no te avergüences del testimonio que tienes que dar de nuestro Señor ... " (2Tim.1, 6-8).
La preocupación de su Santidad Benedicto XVI, es la preocupación de Jesús. Que todo el mundo ore por sus anUgos y hermanos sacerdotes, que no pierdan de vista que siendo de barro, Dios tiene que ser siempre nuestro Único Alfarero capaz de transformar todo; la razón es la misma de toda la vida: porque AMA DE VERDAD. Todos necesitamos de Dios, de su Gracia, necesitamos ser santos (cf.Mt.5, 48). Gran tarea que dura toda la vida.
"El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús" decía San Juan Maria Vianney, cuya figura puso el papa Benedicto XVI como modelo de Santidad de sacerdote para este año sacerdotal que terminó. Un motivo más de este año sacerdotal era el conmemorar los 150 años de la muerte del santo cura de Ars.
Pero un motivo sublime de por qué se dio este año sacerdotal fue, como el mismo Santo Padre dice en su discurso de clausura: "comprender de nuevo la grandeza y la belleza del ministerio sacerdotal...el sacerdote hace lo que ningún ser humano puede hacer por sí mismo: pronunciar en nombre de Cristo la palabra de absolución de nuestros pecados ... Pronuncia sobre las ofrendas del pan y vino las palabras de acción de gracias de Cristo, que abren el mundo a Dios y lo unen a Él. Por tanto, el sacerdocio no es un simple oficio, sino un sacramento".
"Somos agradecidos por el don de Dios", nos refiere el Papa en otra parte del discurso, este don de Dios que se lleva "en vasijas de barro, y que una y otra vez, a través de la debilidad humana, hace visible su amor en el mundo".
Más de 15 mil sacerdotes de todos los rincones del mundo se hicieron presente el 11 de Junio (Fiesta del Corazón de Jesús) en la plaza de San Pedro para encontrarse con nuestro papá espiritual. Cuánto gozo se veía en la televisión que trasmitían nuestros hermanos sacerdotes al estar junto al papa. Es casi seguro que después de ese encuentro los frutos en esos sacerdotes se darán a conocer con su misma vida, para contagiar ese ardor misionero a sus demás hermanos en el sacerdocio.
Siempre hay una promesa de Jesús, de las miles que hay en la Sagrada Escritura, para agarrarnos de ella nosotros los sacerdotes: "Sepan que yo estoy con Ustedes todos los días hasta el final de la historia" (Mt.28, 20).
La tarea de los laicos, a quienes se nos ha confiado el cuidado pastoral, es de orar por sus sacerdotes, ayudar a extender el Reino de Dios, ofrecer una ayuda solidaria, constante ánimo en las dificultades, en vez de adoptar la "postura del mundo" que tanto criticó Jesús en los evangelios (cf.Mc.6, 1-6: "¿de dónde le viene a este todo esto? .. ¿yesos milagros de sus manos? ..y se admiraba de su falta de fe").
Recordemos que Jesús "llamó a los que Él quiso, para ESTAR CON ÉL Y para SER SUS TESTIGOS" (Mc.3, 13-19). Un sacerdote, al igual que todo fiel cristiano en el mundo, está llamado a agradar a Dios cada día de su vida. San Vicente decía al Padre Antonio Portail: ''Nuestra vida debe estar oculta en Jesucristo".
Gracias, Señor, por tus hijos sacerdotes!!!
Por: P. Julio Villalobos
No ruego por el mundo, sino por los que tú me diste, que ya son tuyos... " (JIL17, 9); también el pedido que le hace Pablo a su "Hijo Espiritual" Timoteo: "Por eso te invito a que reavives el don espiritual que Dios depositó en ti por medio de la imposición de mis manos. Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de amor y de buen juicio. Por eso no te avergüences del testimonio que tienes que dar de nuestro Señor ... " (2Tim.1, 6-8).
La preocupación de su Santidad Benedicto XVI, es la preocupación de Jesús. Que todo el mundo ore por sus anUgos y hermanos sacerdotes, que no pierdan de vista que siendo de barro, Dios tiene que ser siempre nuestro Único Alfarero capaz de transformar todo; la razón es la misma de toda la vida: porque AMA DE VERDAD. Todos necesitamos de Dios, de su Gracia, necesitamos ser santos (cf.Mt.5, 48). Gran tarea que dura toda la vida.
"El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús" decía San Juan Maria Vianney, cuya figura puso el papa Benedicto XVI como modelo de Santidad de sacerdote para este año sacerdotal que terminó. Un motivo más de este año sacerdotal era el conmemorar los 150 años de la muerte del santo cura de Ars.
Pero un motivo sublime de por qué se dio este año sacerdotal fue, como el mismo Santo Padre dice en su discurso de clausura: "comprender de nuevo la grandeza y la belleza del ministerio sacerdotal...el sacerdote hace lo que ningún ser humano puede hacer por sí mismo: pronunciar en nombre de Cristo la palabra de absolución de nuestros pecados ... Pronuncia sobre las ofrendas del pan y vino las palabras de acción de gracias de Cristo, que abren el mundo a Dios y lo unen a Él. Por tanto, el sacerdocio no es un simple oficio, sino un sacramento".
"Somos agradecidos por el don de Dios", nos refiere el Papa en otra parte del discurso, este don de Dios que se lleva "en vasijas de barro, y que una y otra vez, a través de la debilidad humana, hace visible su amor en el mundo".
Más de 15 mil sacerdotes de todos los rincones del mundo se hicieron presente el 11 de Junio (Fiesta del Corazón de Jesús) en la plaza de San Pedro para encontrarse con nuestro papá espiritual. Cuánto gozo se veía en la televisión que trasmitían nuestros hermanos sacerdotes al estar junto al papa. Es casi seguro que después de ese encuentro los frutos en esos sacerdotes se darán a conocer con su misma vida, para contagiar ese ardor misionero a sus demás hermanos en el sacerdocio.
Siempre hay una promesa de Jesús, de las miles que hay en la Sagrada Escritura, para agarrarnos de ella nosotros los sacerdotes: "Sepan que yo estoy con Ustedes todos los días hasta el final de la historia" (Mt.28, 20).
La tarea de los laicos, a quienes se nos ha confiado el cuidado pastoral, es de orar por sus sacerdotes, ayudar a extender el Reino de Dios, ofrecer una ayuda solidaria, constante ánimo en las dificultades, en vez de adoptar la "postura del mundo" que tanto criticó Jesús en los evangelios (cf.Mc.6, 1-6: "¿de dónde le viene a este todo esto? .. ¿yesos milagros de sus manos? ..y se admiraba de su falta de fe").
Recordemos que Jesús "llamó a los que Él quiso, para ESTAR CON ÉL Y para SER SUS TESTIGOS" (Mc.3, 13-19). Un sacerdote, al igual que todo fiel cristiano en el mundo, está llamado a agradar a Dios cada día de su vida. San Vicente decía al Padre Antonio Portail: ''Nuestra vida debe estar oculta en Jesucristo".
Gracias, Señor, por tus hijos sacerdotes!!!
Por: P. Julio Villalobos
DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Los Padres Jesuitas propagaron tan grande devoción por el mundo a través de los miembros de la Compañía, sin embargo la fuente más importante de la devoción en la forma en que la conocemos fue por santa Margarita María Alacoque de la Orden de la Visitación de Santa María, a quien Jesús se le apareció en Francia el 16 de Junio de 1675, dándole a conocer las Doce Promesas del Corazón de Jesús.
Nuestro Señor Jesucristo la eligió para sus Apariciones entre 1673 y 1688, en las que le mostrará su Corazón ardiente de amor por la Humanidad.
LAS 12 PROMESAS
1 A las almas consagradas a mi Corazón les daré las gracias necesarias para su estado.
2 Daré paz a sus familias.
3 Las consolaré en todas sus aflicciones.
4 Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, principalmente en la hora de la muerte.
5 Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
6 Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la
misericordia.
7 Las almas tibias se harán fervorosas.
8 Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
9 Bendeciré las casas en las que la imagen de mi Corazón se exponga y sea honrada.
10 Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
11 Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
12 A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el
amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia
final... a los que me tributen gloria, amor y reparación, prometo un especial auxilio durante su vida pero principalmente a la hora de su muerte.
En el Perú la Iglesia de San Pedro de los Jesuitas (Basílica y Convento de San Pedro) es el Santuario Nacional del Corazón de Jesús.
En Junio se realizan en estas Iglesias las celebraciones por el Sagrado Corazón durante todo el mes, culminando con una procesión de su imagen.
Esta procesión se lleva a cabo desde el año 1878.
Por: Flor de María Artola
Nuestro Señor Jesucristo la eligió para sus Apariciones entre 1673 y 1688, en las que le mostrará su Corazón ardiente de amor por la Humanidad.
LAS 12 PROMESAS
1 A las almas consagradas a mi Corazón les daré las gracias necesarias para su estado.
2 Daré paz a sus familias.
3 Las consolaré en todas sus aflicciones.
4 Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, principalmente en la hora de la muerte.
5 Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
6 Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la
misericordia.
7 Las almas tibias se harán fervorosas.
8 Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
9 Bendeciré las casas en las que la imagen de mi Corazón se exponga y sea honrada.
10 Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
11 Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
12 A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el
amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia
final... a los que me tributen gloria, amor y reparación, prometo un especial auxilio durante su vida pero principalmente a la hora de su muerte.
En el Perú la Iglesia de San Pedro de los Jesuitas (Basílica y Convento de San Pedro) es el Santuario Nacional del Corazón de Jesús.
En Junio se realizan en estas Iglesias las celebraciones por el Sagrado Corazón durante todo el mes, culminando con una procesión de su imagen.
Esta procesión se lleva a cabo desde el año 1878.
Por: Flor de María Artola
LA CONTEMPLACION AL SERVICIO DE LA MISION
Después de unos días en Damasco entre los cristianos, a los que daría algunos detalles de su experiencia y de su "conversión", Pablo siente la necesidad imperiosa de rumiar en la paz del desierto y la soledad lo que ha acontecido en su vida, el encuentro con el Señor, que se la ha partido en dos partes, distintas pero inseparables, del único Pablo: la vida bajo la gracia de la Ley y la vida bajo la ley de la Gracia. Pablo deja Damasco y se encamina hacia Arabia (Cf. Gáll, 15-17).
Con el nombre de Arabia se comprende una región muy extensa: desde Siria y Mesopotamia al norte hasta el océano Índico, al sur; desde el golfo Pérsico y el río Éufrates al este hasta el istmo de Suez y el mar Rojo al oeste. En la antigüedad estaba dividida en tres partes: la Arabia felix, entre el mar Rojo y el golfo Pérsico, región fértil y de grande prosperidad; la Arabia deserta, desde la Siria hasta el Éufrates, habitada solamente por: algunas tribus de beduinos; y la Arabia petraea, llamada así por sus montañas rocosas y sus llanuras de piedra, en la zona este y sur del mar Muerto.
¿En qué región demoró Pablo en el desierto? ¿Cuánto tiempo pasó en la región? ¿A qué se dedicó durante es tiempo? No disponemos de documentación para dar una respuesta satisfactoria a estos interrogantes.
Probablemente pasó este tiempo en la Arabia deserta, pero no muy distante de la Siria y de Damasco.
Algunos piensan que fue para evitar un choque con la colonia judía de Damasco. Otros piensan que permaneció en esa zona un tiempo predicando el Evangelio a los beduinos que moraban en aquellos parajes áridos y secos.
También se cree que se retiró al desierto para, a solas con Dios, esclarecer en la meditación e interiorizar profundamente la experiencia sobrenatural habida a las puertas de Damasco y las consecuencias de dicha
experiencia para su nuevo existir.
Quien tiene estudios de psicología religiosa sabe que una experiencia tan intensa y súbita, como fue la de Pablo, necesita ser "digerida" para que cale hasta el hondón del alma y vaya penetrando en toda la persona del agraciado, la transformación operada en las ideas y convicciones, en los ideales y proyectos, en la conducta y comportamientos, en toda la actividad futura. Lo más probable fue, que Pablo anhelara un tiempo de soledad para que la subitánea acción de Dios en Damasco, fuese siendo asimilada poco a poco, en un ambiente de serena meditación y de sobria austeridad.
Debió anunciar lo poco del evangelio que se sabía, a las tribus de pastores y a los caravaneros, que cruzaban el desierto; es posible que también anunciase sus pocos conocimientos sobre Cristo. De esta manera Pablo hizo verdadera la definición que da Santo Tomás de la oración: Contemplata aliis tradere (transmitir a otros lo que uno ha contemplado).
Con el alma templada en la austeridad del desierto y abrevada en la fuente perenne de la Escritura y de la reflexión sobre las cosas de Dios y sobre el modo prodigioso como ha obrado en su vida, Pablo se siente equipado para lanzarse hacia el futuro, sin miedo alguno y con firme decisión.
P. Antonio Izquierdo Profesor de Nuevo Testamento en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum
TESTIMONIO DE CONFIRMACION
Queridos Hermanos:
El Sacramento de la Confirmación nos une más firmemente a Cristo aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo, hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia, nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo. Nos convertimos en cristianos maduros para poder construir una mejor vida cristiana.
Hoy acepto voluntariamente la fe de Cristo, necesito de su fuerza espiritual, me siento feliz y orgullosa de ser CATOLICA, le doy gracias a Jesús nuestro Señor por estar presente siempre en mi vida, por los
momentos felices que he vivido y por aqueUas experiencias que me ayudaron a comprender que frente a la adversidad, el dolor, la tristeza o el miedo, Él siempre estaba allí presente, haciéndome sentir que no estaba sola y que existe un poder maravilloso e incomparable ca paz de transformar mi vida y hacerme renacer nuevamente.
Si Dios hizo eso en mi vida es porque tiene un Plan de Salvación que implica valentía para defender mi fe, disposición para iniciar un apostolado para trabajar y ayudar a otras personas en sus necesidades humanas para que conozcan a Cristo, dar testimonio que existe un DIOS VIVO, que se hace presente en nuestro prójimo y pueda SE TTIR SU AMOR Y GRACIA DIVINA en mi corazón.
!Oh Jesús mío, espero me concedas los dones del Espíritu Santo que necesito para seguir tu camino!
SABIDURIA para juzgar las cosas humanas según la medida de Dios.
INTELIGENCIA para comprender la palabra de Dios y profundizar sus verdades.
CONSEJO para saber tomar decisiones, actuar con prudencia y ver con más claridad lo que le agrada a Dios.
FORTALEZA para sobrellevar las contrariedades de la vida, para permanecer
coherentes con los principios morales que Jesús nos enseñó, para soportar las ofensas, incomprensiones y hostilidades en el camino de la verdad y
la honradez.
CIENCIA para contemplar y cuidar cada día la obra maravillosa de la Creación que nuestro Padre celestial nos ha regalado.
PIEDAD para tener un corazón abierto a la ternura para con Dios y mis hermanos en Cristo.
TEMOR DE DIOS para ser consciente de mis culpas, de tu misericordia divina frente a mis debilidades, para que sienta temor de no ofenderte con el pecado y permanezca en la fe, obediencia y el amor que tú nos enseñaste al enviar a tu HIJO AMADO para la salvación de nuestras almas.
Finalmente invito a todas las personas que aun no han confirmado su FE CATOLICA, lo hagan pronto, pues Dios necesita de nosotros y quiere regalarte estos dones del Espíritu Santo para que nuestra alma dé frutos y encontremos la verdadera felicidad que solo Él es capaz de darnos.
Gracias María Santísima por ser modelo sublime de ferviente oración y dulzura fraterna y por tu intercesión amorosa cuando yo más te necesitaba.
Por: Silvia Anglas La Torre
El Sacramento de la Confirmación nos une más firmemente a Cristo aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo, hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia, nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo. Nos convertimos en cristianos maduros para poder construir una mejor vida cristiana.
Hoy acepto voluntariamente la fe de Cristo, necesito de su fuerza espiritual, me siento feliz y orgullosa de ser CATOLICA, le doy gracias a Jesús nuestro Señor por estar presente siempre en mi vida, por los
momentos felices que he vivido y por aqueUas experiencias que me ayudaron a comprender que frente a la adversidad, el dolor, la tristeza o el miedo, Él siempre estaba allí presente, haciéndome sentir que no estaba sola y que existe un poder maravilloso e incomparable ca paz de transformar mi vida y hacerme renacer nuevamente.
Si Dios hizo eso en mi vida es porque tiene un Plan de Salvación que implica valentía para defender mi fe, disposición para iniciar un apostolado para trabajar y ayudar a otras personas en sus necesidades humanas para que conozcan a Cristo, dar testimonio que existe un DIOS VIVO, que se hace presente en nuestro prójimo y pueda SE TTIR SU AMOR Y GRACIA DIVINA en mi corazón.
!Oh Jesús mío, espero me concedas los dones del Espíritu Santo que necesito para seguir tu camino!
SABIDURIA para juzgar las cosas humanas según la medida de Dios.
INTELIGENCIA para comprender la palabra de Dios y profundizar sus verdades.
CONSEJO para saber tomar decisiones, actuar con prudencia y ver con más claridad lo que le agrada a Dios.
FORTALEZA para sobrellevar las contrariedades de la vida, para permanecer
coherentes con los principios morales que Jesús nos enseñó, para soportar las ofensas, incomprensiones y hostilidades en el camino de la verdad y
la honradez.
CIENCIA para contemplar y cuidar cada día la obra maravillosa de la Creación que nuestro Padre celestial nos ha regalado.
PIEDAD para tener un corazón abierto a la ternura para con Dios y mis hermanos en Cristo.
TEMOR DE DIOS para ser consciente de mis culpas, de tu misericordia divina frente a mis debilidades, para que sienta temor de no ofenderte con el pecado y permanezca en la fe, obediencia y el amor que tú nos enseñaste al enviar a tu HIJO AMADO para la salvación de nuestras almas.
Finalmente invito a todas las personas que aun no han confirmado su FE CATOLICA, lo hagan pronto, pues Dios necesita de nosotros y quiere regalarte estos dones del Espíritu Santo para que nuestra alma dé frutos y encontremos la verdadera felicidad que solo Él es capaz de darnos.
Gracias María Santísima por ser modelo sublime de ferviente oración y dulzura fraterna y por tu intercesión amorosa cuando yo más te necesitaba.
Por: Silvia Anglas La Torre
LA IGLESIA DE JESUCRISTO Parte I
'Cristo es la luz de los pueblos ... La Iglesia no tiene otra luz que la de Cristo; ella es, según los Padres de la Iglesia, comparable a la luna cuya luz es reflejo del sol." 748. CEC.
LUMEN GENTIUM:
1. "El Señor Jesús, después de haber hecho oración al Padre, llamando así a los que Él quiso, eligió a los doce para que viviesen con Él y para envíarlos a predicar el Reino de Dios (cf. Me. 3, 13-19; Mt. 10, 142);
2. A estos Apóstoles (ef. Lc. 6,13) los instituyó a modo de colegio, es decir. de grupo estable, al frente del cual puso a Pedro. elegido de entre ellos mismos (ei: 10.21,15-17)
3. En esta misión fueron confinnados plenamente el día de Pentecostés (cf. Act 2,l-36), según la promesa del Señor: "Recibiréis la virtud del Espírítu Santo (Act. 1,8)
DEFINICIONES DE IGLESIA
a) Es como un redil (Jn 10, 1-10) cuya puerta es Cristo.
b) Es la familia de Dios (Ef 2, 19-22) en la cual todos somos hijos de un mismo Padre y. por tanto, hermanos entre nosotros.
e) Es el Reino de Dios (Me 1, 15) o Reino de los Cielos (Mt 3,2) porque en ella Dios es el Rey y nosotros somos los súbditos.
d) Es el Cuerpo de Cristo (1 Co 12, 12w27). Todos los bautizados estamos unidos a Cristo, como los miembros de un cuerpo a la cabeza; somos
hermanos entre nosotros y así formamos una familia: la Iglesia.
e) Es nuestra Madre (Ga 4,26).
f) Es el Pueblo de Dios (Heb 4, 9) que continúa la obra de Jesucristo.
4. ¿Qué es la iglesia? Algunas 'expresiones incompletas de la Comunidad de Jesús pero que nos pueden aclarar aspectos de la Iglesia misterio:
1. Comunidad de comunidades.
2. Pueblo de Dios "pueblo mío".
3. Comunidad kerigmatica.
4. Sacramento de salvación.
5. Cuerpo místico de Cristo.
6. Comunidad de Fe, Culto y Vida.
7. Es la comunidad de Jesús.
8. Es la Esposa de Cristo.
9. Es el Templo del Espíritu Santo.
10. Encuentro entre Dios y el hombre.
11. Es Pueblo De Dios Y Cuerpo De Cristo.
1 Pedro 2:9, "Pero 'osotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para an unciar las ala banzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz".
MIEMBROS DE LA IGLESIA:
1. "Por institución divina entre los fieles hay en la 19l ia ministros
sagrados, que en el derecho se denominan clérigos: lo demás se llaman laicos". CEC 934.
2. Hay, por otra parte, fieles que perteneciendo a uno de ambos grupos, por la profesión de los consejos evangélicos, e consagran a Dios y sirven así a la misión de la Iglesia.
3. El Obispo de la Iglesia Romana, en quien permanece la función que el
Señor encomendó singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles, ahora obispos y que había de transmitirse a sus sucesores, es cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal CEC.331.
Por: P. Francisco Domingo
LUMEN GENTIUM:
1. "El Señor Jesús, después de haber hecho oración al Padre, llamando así a los que Él quiso, eligió a los doce para que viviesen con Él y para envíarlos a predicar el Reino de Dios (cf. Me. 3, 13-19; Mt. 10, 142);
2. A estos Apóstoles (ef. Lc. 6,13) los instituyó a modo de colegio, es decir. de grupo estable, al frente del cual puso a Pedro. elegido de entre ellos mismos (ei: 10.21,15-17)
3. En esta misión fueron confinnados plenamente el día de Pentecostés (cf. Act 2,l-36), según la promesa del Señor: "Recibiréis la virtud del Espírítu Santo (Act. 1,8)
DEFINICIONES DE IGLESIA
a) Es como un redil (Jn 10, 1-10) cuya puerta es Cristo.
b) Es la familia de Dios (Ef 2, 19-22) en la cual todos somos hijos de un mismo Padre y. por tanto, hermanos entre nosotros.
e) Es el Reino de Dios (Me 1, 15) o Reino de los Cielos (Mt 3,2) porque en ella Dios es el Rey y nosotros somos los súbditos.
d) Es el Cuerpo de Cristo (1 Co 12, 12w27). Todos los bautizados estamos unidos a Cristo, como los miembros de un cuerpo a la cabeza; somos
hermanos entre nosotros y así formamos una familia: la Iglesia.
e) Es nuestra Madre (Ga 4,26).
f) Es el Pueblo de Dios (Heb 4, 9) que continúa la obra de Jesucristo.
4. ¿Qué es la iglesia? Algunas 'expresiones incompletas de la Comunidad de Jesús pero que nos pueden aclarar aspectos de la Iglesia misterio:
1. Comunidad de comunidades.
2. Pueblo de Dios "pueblo mío".
3. Comunidad kerigmatica.
4. Sacramento de salvación.
5. Cuerpo místico de Cristo.
6. Comunidad de Fe, Culto y Vida.
7. Es la comunidad de Jesús.
8. Es la Esposa de Cristo.
9. Es el Templo del Espíritu Santo.
10. Encuentro entre Dios y el hombre.
11. Es Pueblo De Dios Y Cuerpo De Cristo.
1 Pedro 2:9, "Pero 'osotros sois linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para an unciar las ala banzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz".
MIEMBROS DE LA IGLESIA:
1. "Por institución divina entre los fieles hay en la 19l ia ministros
sagrados, que en el derecho se denominan clérigos: lo demás se llaman laicos". CEC 934.
2. Hay, por otra parte, fieles que perteneciendo a uno de ambos grupos, por la profesión de los consejos evangélicos, e consagran a Dios y sirven así a la misión de la Iglesia.
3. El Obispo de la Iglesia Romana, en quien permanece la función que el
Señor encomendó singularmente a Pedro, primero entre los Apóstoles, ahora obispos y que había de transmitirse a sus sucesores, es cabeza del Colegio de los Obispos, Vicario de Cristo y Pastor de la Iglesia universal CEC.331.
Por: P. Francisco Domingo
LA IGLESIA DE JESUCRISTO II Parte
Los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente deben tener conciencia cada vez mas clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia (Pío XII)
Los fieles deben realizar lo que Pablo (1897 - 1978, Papa 1963-1978) decía con frecuencia" CONSECRATIO MUNDI, hacer del mundo una familia de Dios, una multitud de hermanos, de apóstoles oomprometidos de los que evangelizan, cuidan el mundo del dolor y de los pobres, de os que pierden a Dios o tienen un Dios falso, de los que se sienten responsables de hacer un mundo más justo, más humano y más cristiano.
DIGAMOS UNA Y OTRA VEZ CON EL CARDENAL DE SANTIAGO DE CHILE
Señor, amo entrañablemente a tu iglesia,
Una santa, católica, apostólica y romana,
Porque su cabeza invisible es Jesucristo, nuestro Señor,
Porque la Virgen María es su fruto más espléndido
Porque los santos de todos los tiempos la embellecen,
Porque brilla refulgente a través de los siglos;
Por el valor de los patriarcas,
Por la fidelidad de los profetas,
Por la fe de los apóstoles
Por los sufrimientos de los mártires,
Por la firmeza de los Pontífices
Por la prudenda de los Obispos
Por la sabiduria de los doctores
Por la fortaleza de los confesores
Por la entrega total de los sacerdotes
Por la pureza de las vírgenes
Por la templanza de los penitentes
Por la audacia de los fundadores
Por el testimonio de los laicos santos
Por la dulzura de los monjes contemplativo
Por el silencio de los eremitas
Por el esplendor de los reyes santos
Por la vehemencia de los predicadores
Por el celo apostólico de los misioneros
Por el sacrificio de los hospitalarios
Por la nobleza de los mendicantes,
Por la lucidez de los educadores y catequistas,
Por la paciencia de los perseguidos
Por la humildad de los que obedecen,
Por el fervor de los convertidos.
Por la abnegación de los militantes,
Por la inocencia de los que viven en gracia,
Por el arrepentimiento de los pecadores,
Por la sencillez de los que viven como niños,
Por Ia confianza de los que se abandonan en tus manos.
Por la constancia de los que perseveran hasta el fin,
Por la generosidad de los que dan su vida.
Por la alegría y el amor de los santos de todos los tiempos.
Amén.
Por: P. Francisco Domingo
Los fieles deben realizar lo que Pablo (1897 - 1978, Papa 1963-1978) decía con frecuencia" CONSECRATIO MUNDI, hacer del mundo una familia de Dios, una multitud de hermanos, de apóstoles oomprometidos de los que evangelizan, cuidan el mundo del dolor y de los pobres, de os que pierden a Dios o tienen un Dios falso, de los que se sienten responsables de hacer un mundo más justo, más humano y más cristiano.
DIGAMOS UNA Y OTRA VEZ CON EL CARDENAL DE SANTIAGO DE CHILE
Señor, amo entrañablemente a tu iglesia,
Una santa, católica, apostólica y romana,
Porque su cabeza invisible es Jesucristo, nuestro Señor,
Porque la Virgen María es su fruto más espléndido
Porque los santos de todos los tiempos la embellecen,
Porque brilla refulgente a través de los siglos;
Por el valor de los patriarcas,
Por la fidelidad de los profetas,
Por la fe de los apóstoles
Por los sufrimientos de los mártires,
Por la firmeza de los Pontífices
Por la prudenda de los Obispos
Por la sabiduria de los doctores
Por la fortaleza de los confesores
Por la entrega total de los sacerdotes
Por la pureza de las vírgenes
Por la templanza de los penitentes
Por la audacia de los fundadores
Por el testimonio de los laicos santos
Por la dulzura de los monjes contemplativo
Por el silencio de los eremitas
Por el esplendor de los reyes santos
Por la vehemencia de los predicadores
Por el celo apostólico de los misioneros
Por el sacrificio de los hospitalarios
Por la nobleza de los mendicantes,
Por la lucidez de los educadores y catequistas,
Por la paciencia de los perseguidos
Por la humildad de los que obedecen,
Por el fervor de los convertidos.
Por la abnegación de los militantes,
Por la inocencia de los que viven en gracia,
Por el arrepentimiento de los pecadores,
Por la sencillez de los que viven como niños,
Por Ia confianza de los que se abandonan en tus manos.
Por la constancia de los que perseveran hasta el fin,
Por la generosidad de los que dan su vida.
Por la alegría y el amor de los santos de todos los tiempos.
Amén.
Por: P. Francisco Domingo
LA SANTIDAD NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD I Parte
La canonización es el acto mediante el cual el Papa incluye el nombre de una persona declarada ya beata y después santa, en el catálogo de los Santos y establece que se puede celebrar misa en su memoria y el culto público con sus imágenes. El Santo Padre llega a esta decisión después de haber escuchado un coro de voces:
La voz del pueblo de Dios del conjunto de los creyentes-, que atribuye fama de santidad o de martirio a ese candidato a los altares. Así fue en el principio de la Iglesia, por aclamación.
La voz de las pruebas recogidas en un procedimiento judicial, que muestran su heroísmo en la práctica de las virtudes o su aceptación del martirio por la fe. La voz de los Obispos y la voz de Dios, que da su asentimiento a la canonización mediante un milagro realizado por la intercesión de su
Siervo.
UNA META: LA SANTIDAD
Al canonizar a un fiel, la Iglesia reafirma que esta meta no es una quimera, un ideal maravilloso pero inalcanzable, sino algo accesible a todos. Ser santo -o, mejor, buscar la santidad- es tratar en todo momento de ajustarse al proyecto que Dios ha querido para cada uno de nosotros y responder con generosidad a los impulsos de la gracia, abandonándonos filialmente en las manos de Dios Padre.
Dentro de la infinidad de Santos que tenemos, hoy queremos presentarles a
81 de ellos que tuvieron algo en 'común, ser PAPAS en el transcurso de
la historia de la Iglesia:
001 Sao Pedro - (30 - 67)
002 Sao Lino (67 - 76)
003 Santo Anacleto I (Cleto) (76 - 88)
004 Silo Clemente I (88 - 97)
005 Santo Evaristo - (97 - 105)
006 Santo Alexandre I - (105 - 115)
007 Silo Sisto I - (l15 - 125)
008 Silo Telésforo - (125 -136)
009 Santo Higino - (136 - 140)
010 Silo Pio 1- (140 - 155)
011 Santo Aniceto - (155 - 166)
012 Sao Sotero - (166 - 175)
013 Santo Eleutério - (175 - 189)
014 Silo Vítor 1- (189 - 199)
015 Silo Zeferino - (199 - 217)
.016 Silo Calisto 1- (217 - 222)
017 Santo Urbano 1- (222 - 230)
018 Silo Ponciano - (230 - 235)
019 Santo Antero - (235 - 236)
020 Silo Fabiano - (236 - 250)
021 Silo Cornélio - (251 - 253)
022 Silo Lúcio I - (253 - 254)
023 Santo Estevilo I - (254 - 257)
024 Silo Sisto 11 - (257 - 258)
025 Silo DionÍsio - (260 - 268)
026 Sao Félix I - (269 - 274)
027 Santo Eutiguiano - (275 - 283)
028 Silo Caio - (283 - 296)
029 Silo Marcelino - (296 - 304)
030 Silo Marcelo 1- (308 - 309)
031 Santo Eusébio - (309 - 310)
032 Silo Melguíades - (311- 314)
033 Silo Silvestre I - (314 - 335)
034 Sao Marcos - (335 - 336)
035 Silo Júlio I - (337 - 352)
037 Silo Damaso 1- (366 - 383)
038 Silo Sirício - (384 - 399)
039 Santo Anastácio 1- (399 - 401)
040 Santo Inoccncio 1- (401 - 417)
041 Silo Zósimo - (417 - 418)
042 Silo Bonifácio I - (418 - 422)
043 Silo Celestino 1- (422 - 432)
044 Silo Sisto 111- (432 - 440)
045 Silo Leilo 1, Magno - (440 - 461)
046 Santo Hilário - (461 - 468)
047 Silo Simplício - (468 - 483)
048 Sao Félix 11- (483 - 492)
049 Sao Gelásio I - (492 - 496)
051 Sao Símaco - (498 - 514)
052 Santo Hormisda - (514 - 523)
053 Silo Joao I - (523 - 526)
Por: Sonia Encinas
LA SANTIDAD NO ES UN LUJO, ES UNA NECESIDAD II Parte
054 Sao Félix III - (526 - 530)
055 Sao Bonifácio II - (530 - 532)
056 Sao Joao II - (533 - 535)
057 Santo Agapito - (535 - 536)
058 Sao Silvério - (536 - 537)
061 Sao Júlio III - (561 - 574)
062 Sao Bento I - (575 - 579)
064 Sao Gregório I, o Grande - (590 - 604)
067 Sao Bonifácio IV - (608 - 615) O.S.B.
068 Santo Adeodato I- (615 - 618)
074 Sao Martinho I - (649 - ~
075 Santo Eugenio I - (654 - 657)
076 Sao Vitaliano - (657 - 672)
079 Santo Agatao - (678 - 681)
080 Sao Leao II - (682 - 683)
081 Sao Bento II - (684 - ~
084 Sao Sérgio I - (687 - 701)
090 S~ao Gregório III - (731-741)
091 Sao Zacarias - (741 - 752)
092 Santo Estevao II - (752)
094 Sao Paulo I - (757 - 767)
097 Sao Leao III - (795 - ~
099 Sao Pascoal I - (817 - 824)
104 Sao Leao IV - (847 - 855) O.S.B.
110 Santo Adriano III - (884 - 885)
153 Sao Leao IX - (1049 -1054)
158 Sao Gregório VII - (1073 -1085)
193 Sao Celestino V - (1294) O.S.B.
226 Sao Pio V - (1566 - 1572) O.P.
258 Sao Pio X - (1903 - 1914) O.F.S.
Notas Breves ...
San Pedro fue el primer Papa, a su muerte, el Papa Lino le sucedió como obispo de Roma desde el 67 al 76.
Contando a partir de Pedro, ha habido 265 Papas, de los cuales 81 han sido
canonizados.
Los nombres más comunes que eligieron los Sumos Pontífices han sido: Juan (23 Papas); Gregorio (16 veces); Benedicto (15); Clemente (14); León (13); Inocencio y Pío (12 veces cada uno); Esteban (9); Urbano (8); Alejandro (7); Adriano y Paulo (6); Sixto, Martín, Nicolás y Celestino (5 veces cada uno); Anastasio y Honorio (4).
Sin tomar en cuenta a Pedro, el que más tiempo ha gobernado la Iglesia ha sido Pío IX, que ocupó el cargo durante 32 años (1846- 1878). Curiosamente, durante la elección, él mismo se habría encargado de leer las papeletas en el cónclave con los nombres del futuro Papa. Al ver que las primeras 18 tenían
su nombre solicitó que lo suplantaran, pero le negaron el pedido. "El Papa soy yo", aseguran que terminó diciendo.
Quien apenas pisó el Vaticano fue Urbano VII, que estuvo 12 días al frente de la Iglesia, del 15 al 27 de septiembre de 1590.
RECUERDA ...
La santidad no es un privilegio para algunos, sino una obligación para todos,
"para usted y para mí". Santa Madre Teresa de Calcuta
Por Sonia Encinas
055 Sao Bonifácio II - (530 - 532)
056 Sao Joao II - (533 - 535)
057 Santo Agapito - (535 - 536)
058 Sao Silvério - (536 - 537)
061 Sao Júlio III - (561 - 574)
062 Sao Bento I - (575 - 579)
064 Sao Gregório I, o Grande - (590 - 604)
067 Sao Bonifácio IV - (608 - 615) O.S.B.
068 Santo Adeodato I- (615 - 618)
074 Sao Martinho I - (649 - ~
075 Santo Eugenio I - (654 - 657)
076 Sao Vitaliano - (657 - 672)
079 Santo Agatao - (678 - 681)
080 Sao Leao II - (682 - 683)
081 Sao Bento II - (684 - ~
084 Sao Sérgio I - (687 - 701)
090 S~ao Gregório III - (731-741)
091 Sao Zacarias - (741 - 752)
092 Santo Estevao II - (752)
094 Sao Paulo I - (757 - 767)
097 Sao Leao III - (795 - ~
099 Sao Pascoal I - (817 - 824)
104 Sao Leao IV - (847 - 855) O.S.B.
110 Santo Adriano III - (884 - 885)
153 Sao Leao IX - (1049 -1054)
158 Sao Gregório VII - (1073 -1085)
193 Sao Celestino V - (1294) O.S.B.
226 Sao Pio V - (1566 - 1572) O.P.
258 Sao Pio X - (1903 - 1914) O.F.S.
Notas Breves ...
San Pedro fue el primer Papa, a su muerte, el Papa Lino le sucedió como obispo de Roma desde el 67 al 76.
Contando a partir de Pedro, ha habido 265 Papas, de los cuales 81 han sido
canonizados.
Los nombres más comunes que eligieron los Sumos Pontífices han sido: Juan (23 Papas); Gregorio (16 veces); Benedicto (15); Clemente (14); León (13); Inocencio y Pío (12 veces cada uno); Esteban (9); Urbano (8); Alejandro (7); Adriano y Paulo (6); Sixto, Martín, Nicolás y Celestino (5 veces cada uno); Anastasio y Honorio (4).
Sin tomar en cuenta a Pedro, el que más tiempo ha gobernado la Iglesia ha sido Pío IX, que ocupó el cargo durante 32 años (1846- 1878). Curiosamente, durante la elección, él mismo se habría encargado de leer las papeletas en el cónclave con los nombres del futuro Papa. Al ver que las primeras 18 tenían
su nombre solicitó que lo suplantaran, pero le negaron el pedido. "El Papa soy yo", aseguran que terminó diciendo.
Quien apenas pisó el Vaticano fue Urbano VII, que estuvo 12 días al frente de la Iglesia, del 15 al 27 de septiembre de 1590.
RECUERDA ...
La santidad no es un privilegio para algunos, sino una obligación para todos,
"para usted y para mí". Santa Madre Teresa de Calcuta
Por Sonia Encinas
BIOGRAFIA DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI I Parte
Lugar de su nacimiento. Ciudad de Marktl en Alemania
El Cardenal Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927, un Sábado Santo en Marktl am Inn, diócesis de Passau, Alemania; y fue bautizado ese mismo dia. En sus memorias, reflexionando sobre el hecho, dice:
"ser la primera persona a ser bautizada en el Agua Nueva de la Pascua era visto como un acto muy significativo por parte de la Providencia ... " Era la Pascua de Resurrección.
En 1937 Inicia sus estudios en el Gyrnnasium de lenguas clásicas, donde aprende latín y griego.
En 1939 entra al seminario menor en Traunstein, dando el primer paso en
su carrera eclesiástica.
En 1943, él y todos sus compañeros de clase son reclutados al Flak
(escuadrón antiaéreo).
En 1944, habiendo alcanzado la edad militar, es exceptuado de buena parte
de los rigores de la vida militar.
En 1945, Joseph Ratzinger deja el ejército y regresa a su casa. Lo envían
a un campo de prisioneros de guerra.
El 1945, ese mismo año es liberado y regresa al hogar en Traunstein, lo
sigue su hermano Georg en julio. En noviembre, tanto él como su hermano
mayor Georg, reingresan al seminario.
En 1947 Ratzinger ingresa al Herzogliches Georgianum, un instituto teológico ligado a la Universidad de Munich.
En 1951, el 29 de junio, Joseph y su hermano Georg son ordenados sacerdotes por el Cardenal Faulhaber.
De 1952 hasta 1959, es miembro de la Facultad de la Escuela Superior de
Filosofía y Teología, en Freising.
En 1953 recibe su doctorado en teología por la Universidad de Munich.
En 1953, relacionado con el doctorado, publica su primer trabajo importante "El Pueblo y la Casa de Dios en la doctrina de Agustín sobre la Iglesia".
En 1959 Ratzinger se inicia como Profesor Principal de teología fundamental en la Universidad de Bonn.
En 1959 también, muere su padre.
En 1962 hasta 1965 asiste a las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II en calidad de perito, como consejero teológico principal del Cardenal Frings de Colonia.
En 1963 se traslada a la Universidad de Münster, y en diciembre de ese año, fallece su madre.
En 1966 es nombrado profesor de teología dogmática en la universidad de Tübingen. Su nombramiento es fuertemente apoyado por el profesor Hans Küng. Famoso teólogo por sus ideas controvertidas.
En 1968 enfrenta el marsxismo en Tübingen, ante el cuerpo docente y los alumnos.
En 1969, asume un puesto de profesor en la Universidad de Ratisbona. Luego es nombrado Decano, Vicepresidente. Es 1969 asimismo es nombrado Consejero Teológico de los Obispos alemanes.
En 1972, Ratzinger, con Balthasar, De Lubac y otros lanzan la publicación teológica Communio, une revista periódica de teología católica y cultura.
Como Arzobispo de Munich y Freising, Alemania.
En 1977, es nombrado Arzobispo de Münich y Freising y escoge como su lema episcopal la frase de la carta de San Juan, "Cooperador de la verdad".
En 1977 es consagrado como Obispo el 28 de mayo por el Obispo de Würzburg, Josef Stange.
En 1977 junio de ese mismo año, es creado cardenal presbítero por el Papa Pablo VI.
Ese 1977 año también, asistió a la IV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el Vaticano.
En 1978 también participó en el cónclave del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo l.
En 1978 es enviado del Papa Juan Pablo I al III Congreso Mariológico Internacional, en Guayaquil, Ecuador.
En 1977 octubre de ese año, participa en el Cónclave que elige a Juan Pablo II.
En 1980 Ratzinger es nombrado por Juan Pablo 11 a presidir el Sínodo especial para los laicos.
El 1980, el Papa lo invita a encargarse de la Congregación para la Educación Católica. Ratzinger declina.
En 1981, en noviembre, acepta la invitación del Papa para asumir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y Presidente de la Comisión Teológica Internacional.
En 1982 renunció al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Münich-Freising y se traslada a vivir a Roma.
En 1983 asistió a la VI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En 1985 asistió a la II Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano.
El Cardenal Joseph Ratzinger nació el 16 de abril de 1927, un Sábado Santo en Marktl am Inn, diócesis de Passau, Alemania; y fue bautizado ese mismo dia. En sus memorias, reflexionando sobre el hecho, dice:
"ser la primera persona a ser bautizada en el Agua Nueva de la Pascua era visto como un acto muy significativo por parte de la Providencia ... " Era la Pascua de Resurrección.
En 1937 Inicia sus estudios en el Gyrnnasium de lenguas clásicas, donde aprende latín y griego.
En 1939 entra al seminario menor en Traunstein, dando el primer paso en
su carrera eclesiástica.
En 1943, él y todos sus compañeros de clase son reclutados al Flak
(escuadrón antiaéreo).
En 1944, habiendo alcanzado la edad militar, es exceptuado de buena parte
de los rigores de la vida militar.
En 1945, Joseph Ratzinger deja el ejército y regresa a su casa. Lo envían
a un campo de prisioneros de guerra.
El 1945, ese mismo año es liberado y regresa al hogar en Traunstein, lo
sigue su hermano Georg en julio. En noviembre, tanto él como su hermano
mayor Georg, reingresan al seminario.
En 1947 Ratzinger ingresa al Herzogliches Georgianum, un instituto teológico ligado a la Universidad de Munich.
En 1951, el 29 de junio, Joseph y su hermano Georg son ordenados sacerdotes por el Cardenal Faulhaber.
De 1952 hasta 1959, es miembro de la Facultad de la Escuela Superior de
Filosofía y Teología, en Freising.
En 1953 recibe su doctorado en teología por la Universidad de Munich.
En 1953, relacionado con el doctorado, publica su primer trabajo importante "El Pueblo y la Casa de Dios en la doctrina de Agustín sobre la Iglesia".
En 1959 Ratzinger se inicia como Profesor Principal de teología fundamental en la Universidad de Bonn.
En 1959 también, muere su padre.
En 1962 hasta 1965 asiste a las cuatro sesiones del Concilio Vaticano II en calidad de perito, como consejero teológico principal del Cardenal Frings de Colonia.
En 1963 se traslada a la Universidad de Münster, y en diciembre de ese año, fallece su madre.
En 1966 es nombrado profesor de teología dogmática en la universidad de Tübingen. Su nombramiento es fuertemente apoyado por el profesor Hans Küng. Famoso teólogo por sus ideas controvertidas.
En 1968 enfrenta el marsxismo en Tübingen, ante el cuerpo docente y los alumnos.
En 1969, asume un puesto de profesor en la Universidad de Ratisbona. Luego es nombrado Decano, Vicepresidente. Es 1969 asimismo es nombrado Consejero Teológico de los Obispos alemanes.
En 1972, Ratzinger, con Balthasar, De Lubac y otros lanzan la publicación teológica Communio, une revista periódica de teología católica y cultura.
Como Arzobispo de Munich y Freising, Alemania.
En 1977, es nombrado Arzobispo de Münich y Freising y escoge como su lema episcopal la frase de la carta de San Juan, "Cooperador de la verdad".
En 1977 es consagrado como Obispo el 28 de mayo por el Obispo de Würzburg, Josef Stange.
En 1977 junio de ese mismo año, es creado cardenal presbítero por el Papa Pablo VI.
Ese 1977 año también, asistió a la IV Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en el Vaticano.
En 1978 también participó en el cónclave del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo l.
En 1978 es enviado del Papa Juan Pablo I al III Congreso Mariológico Internacional, en Guayaquil, Ecuador.
En 1977 octubre de ese año, participa en el Cónclave que elige a Juan Pablo II.
En 1980 Ratzinger es nombrado por Juan Pablo 11 a presidir el Sínodo especial para los laicos.
El 1980, el Papa lo invita a encargarse de la Congregación para la Educación Católica. Ratzinger declina.
En 1981, en noviembre, acepta la invitación del Papa para asumir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica y Presidente de la Comisión Teológica Internacional.
En 1982 renunció al gobierno pastoral de la Arquidiócesis de Münich-Freising y se traslada a vivir a Roma.
En 1983 asistió a la VI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en Ciudad del Vaticano.
En 1985 asistió a la II Asamblea Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, Ciudad del Vaticano.
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