Cuando hablamos de la fe, decimos que es gracia de Dios y aceptación libre del hombre. Dios en sus designios misteriosos nos da libertad para aceptarle o rechazarle. La mayor desgracia es no tener a Dios en el alma y en los ojos para ver las cosas segun Dios.
Era bien claro el milagro. Era pura luz. Era el mismo Jesucristo actuando pero no hubo respuesta por parte de los que eran los que debían encaminar a la luz.
Juan 9,22 "Los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reocnocía como Cristo, quedaría excluído de la sinagoga"
Una de las peticiones qeu tal vez tengamos más que repetir es la del otro ciego:
Lucas 18,41 "¿Qué quieres que te haga?" El dijo: "¡Señor, que vea!"
La vida me ha enseñado que tenemos todos distintos enfoques en la vida pero unos mejores que otros. Y los que tienen los ojos a lo divino, se revisten de los entimientos de Cristo, la visión de los acontecimientos y las personas es de conciencias a lo Dios.
En cierta oportunidad me tocó un caso doloroso pero especial: Un joven atropelló a un niño y murió. Todo el mundo se asustó y el que le atropelló llamó a su abogado y este abogado al día siguiente del entierro del bebé de 6 años, dijo al papá: la familia ha corrido con todos los gastos de la sepultura, ahora, si desean algo podemos arreglarlo entre nosotros sin acudir a los juidios que son engorrosos, duraderos y costosos. El papá profundo creyente le miró un poco extrañado y le dijo: señor, yo no voy a hacer juicio al joven qeu atropelló a mi hijo. Dios lo ha permitido, él sabrá por qué. Mi hijo está ahora con Dios. Ayúdenme si ustedes puedan. El abogado mirando al causante de la muerte del niño y a sus familiares les dijo desorientado: esta repuesta no la había estudiado nunca y se retiró.
Algunos fariseos decían: "Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado." Otros decían: ""Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes señales?" Y había disención entre ellos. Entonces le dicen otra vez al cieto: "¿Y tú, qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?". Él respondió: "Que es un profeta" (Jn 9, 16-17)
Los fariseos eran demasiado orgullosos o ignorantes para aceptasr que Dios actúa cuándo y cómo él quiere. Muchos tienen lentes para ver las cosas temporalmente. Pero Dios camina no sólo en la tierra sino con miras de eternidad. "Dios se descubre a los humildes".
Que Dios nos de los ojos de ese papá y mamá, que pensaban igual, para siempre ver los acontecimientos de la vida según Dios, confiar en Él, ponernos en sus manos y nunca cegarnos para no ver la obra de Dios en nuestra vida.
P. Francisco Domingo C.M.