LA CUARESMA NO ES UNA COSTUMBRE


Este artículo vale para todos. Tal vez muchos se contentan con venir a la Misa algún domingo o todos los domingos; pero Dios, el Cristo de nuestra fe, está a kilómetros del alma. Quisiera reflexionar en este segundo domingo de Cuaresma, en la situación en que nos hallamos.

En una palabra ¿Qué pensará Dios de nosotros? "Dios no es una costumbre".
Vamos a intentar en esta Cuaresma, ser más espirituales, más piadosos, más de Dios, más de nuestros hermanos. Que Dios no sea una carga sino que sea realmente lo mejor: "amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos" y como "el corazón de Dios ante nosotros y nuestra vida tiemble de alegría". Vamos a pedir el don de piedad.

No una fe que se arrastra "Dios no es una costumbre" diría Santo Toribio. Es la razón de nuestra existencia y el que da sentido al nacimiento, a la vida y a la muerte.

Las realidades de cada uno son distintas. Las necesidades, pero es una realidad para todos que la Cuaresma es en esencia un encuentro intenso con Dios, "con el otro", una gracia especial.

SlTUACIONES DE LAS DISTINTAS ALMAS, PERSONASANTE DIOS:

1) Vida de pecado mortal, grave habitual sin importar nada de Dios.
2) Vida de pecado habitual venial, leve, cristianismo burgués, cómodo. Parásito de la fe.
3) Alternancia frecuente del pecado grave con la gracia, lucha por ser mejor.
4) Tibieza, displicencia, desgana habitual de las cosas de Dios, cierta apatía en la fe.
5) A veces Dios es una carga, no una alegría es más obligación que amor. Fe pobre.
6) A veces hay santidad y Dios pide más. Personas fervorosas y generosas.
7) A veces conviven en nosotros grandes heroísmos y grandes miserias. Es frecuente.
8) A veces hay grandes heroísmos y pequeñas miserias. Los santos son así la mayor parte.

La pregunta esencial es donde nos ubicamos cada uno. ¿Qué piensa Dios de nuestra vida en esta Cuaresma del 2013? ¿Dónde estamos en este momento tan cerca o lejos de Dios?

Vamos a intentar todos ponernos en la situación del hijo pródigo, y en la situación del hermano mayor del hijo prodigo. Peor el mayor por soberbio que la debilidad del menor. Todos tenemos un poco o un mucho de ambos, si somos humildes nos daremos cuenta que es verdad, y si no hemos caído muy abajo, tendremos que dar gracias a Dios por su generosidad.

En este momento están rezando por nosotros en conventos de religiosas de clausura, monasterios de hombres, en el Perú y en la Iglesia universal, ancianos o no ancianos en la soledad de sus casas que saben que hay que rezar por la Iglesia. Dios y almas buenas nos ayudan. Hay mucho de bueno pero se puede ser mejor.
Solemos decir estoy bien; pero habría que distinguir: Del cuerpo bien, del alma siempre se puede estar mejor. Romanos 3:10 - 11: "pues ya demostramos que tanto judíos como griegos están bajo el pecado, como dice la escritura: no hay quien sea justo, ni siquiera uno solo. No hay un sensato, no hay quien busque a Dios".

Nadie cambia dice el P. Larrañaga. Solo mejora un poco. Pero con la gracia de Dios todo se puede y los grandes conversos de la Historia de la Iglesia lo confirman. Ni hijo pródigo ni mayor. La murmuración, el rencor, el desprestigio, la indiferencia, el no perdonar, de todo esto nace la malicia, la pusilanimidad, la falta de esperanza, la indolencia en lo tocante a los mandamientos, la divagación de la mente por lo ilícito (San Gregario Magno, Moralia, 31).

La Cuaresma tiene que vencerlo, destruirlo. "Conviértete y cree en el Evangelio". Se dice el miércoles de ceniza. No intentamos hacernos sentir mal, como el médico habrá que hacer exámenes costosos, dolorosos, humillantes, con miedo a veces, abriendo el corazón con sus lacras o heridas, pero solamente, para mejorar, para sanar, para curar.

Sanación que no se da en el cuerpo sino en el espíritu, y así ser más agradables a Dios. "Vida de pecado mortal, grave habitual sin importar nada de Dios".

Hay situaciones de cierta hartura de Dios. "la tibieza es una cierta tristeza, por la que el hombre se vuelve tardo para realizar actos espirituales a causa del esfuerzo que comportan" (Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, i, q. 63, a.2 ad 2.) Dios no es un Padre sino un sargento para estas almas.
 
Acudiendo a algunas citas de la Sagrada Escritura: " el camino del perezoso está lleno de espinas. El desorden, la poca constancia, el dejar para mañana. (Prov. 15,19)
Conozco tus palabras y que no eres ni fría ni caliente. iOjalá fueras frío o caliente! Mas, porque eres tibio, y no eres ni caliente ni frío, estoy para vomitarte de mi boca. Porque dices: yo soy rico, me he enriquecido, y de nada tengo necesidad, y no sabes que eres un desdichado un miserable, un indigente, un ciego y un desnudo; Apoc. 3, 15-18.
Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí, (Mt 15, 8).
Maldito el que ejecute negligentemente la obra de Yahvé, (Jer 48,10. 20). Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos está en tensión, y los esforzados lo arrebatan. (Mt 11,12.21).

A Dios no le gustan las medias tintas, porque en el amor no puede haber nunca rebajas. Encender una vela a Dios y otra al diablo no es fe. Pecado, tibieza, mediocridad, indiferencia no son de Dios. Dios quiere algo mucho mejor para nosotros. Hay que tomar la Biblia en la Cuaresma y leer, meditar, orar, contemplar, dejarse consolar, buscar lo que Dios quiere, decidirse amar a Dios V al prójimo un poco más cada día. Gracias y frutos propios de la lectio divina. Necesariamente vendrán la conversión, la reconciliación y la Eucaristía, con una vida cristiana, cristiana.

Bastarían las citas bíblicas para salir del nivel de pecado en que podemos estar o la mediocridad cristiana de nuestra vida. La  cuaresma es un tiempo para cambiar. No dejar pasar la oportunidad. Es tiempo de luz a la inteligencia y fuerza en la voluntad para ir a Dios. Es tiempo para una vez más preguntarnos V tal vez varias veces al día ¿Qué pensará Dios de mí?.
 
Por: P. Francisco Domingo C.M.