DIOS NUNCA SE VA DEL TODO

No perdáis la calma: para comprender estas palabras hay que tener en cuenta lo que les a dicho en el Evangelio de Juan: Jesús ha anunciado a los Apóstoles que le queda poco tiempo de estar con ellos, que se va a marchar, y que adonde él va, ellos, de momento, no le pueden seguir. Ellos han comenzado a inquietarse, a ponerse tristes.

ESTAMOS EN EL SERMÓN DE LA CENA
Jesús como que se adelanta a la Ascención a los cielos. Son 40 días después de su resurrección. Ahora les abla de otra despedida, su ascención. Pero aún hay más. Por eso les dice: "No se angustien; crean en Dios y crean también en mi".
Es Señor sabe del estado de turbación en el que se encuentran sus discípulos, y por ello sus palabras buscan tranquilizar y fortalecer a quienes se ven afectados por la angustia o turbación interior.
Dos despedidas, su muerte y su ascención. Son separaciones a medias pero separaciones.

¿Cuál es la razón de esta angustia que experimentan? ¿La produce acaso el hecho de la tensión que vivían debido a que las autoridades judías andaban buscando al Señor para matarlo?
"Rabbí, con que hace pocolso judíos querían apedrearte, ¿y vuelves allí?" (Juan 11, 8).

Temían no sólo por la vida del Señor, sino también por sus propias vidas: "Vayamos también nosotros a morir con Él" (Juan 11,16). Estaban seguros que era el puerto seguro, el reino, pero ahora.

NOS RESPONDE SAN AGUSTÍN
"Si lo amas, síguelo. Lo amo -me respondes- mas, ¿por dónde he de seguirlo?".
Si el Señor, tu Dios, te hubiese dicho: "Yo soy la Verdad y la Vida", tú, deseoso de esta Verdad y de esta Vida, tendrías razón de decirte a ti mismo: "Gran cosa es la Verdad, gran cosa es la Vida; ¡si hubiese un camino para llegar a ellas!".

¿PREGUNTAS CUÁL ES EL CAMINO?
Fíjate que el Señor dice en primer lugar: Yo soy el Camino. Antes de decirte a donde, te indica por donde: YO SOY - dice - EL CAMINO. ¿El Camino hacia donde?

La Verdad y la Vida. Primero dice por dónde has de ir, luego a dónde has de ir. Yo soy el Camino, yo soy la Verdad, yo soy la Vida. Haciéndose hombre, se hizo Camino.
No se te dice: "Esfuérzate en hallar el Camino, para que puedas llegar a la Verdad y a la Vida"; no, ciertamente.
¡Levántate, perezoso!
El Camino en persona vino a ti, te despertó del sueño, si es que ha llegado a despertarte; ¡levántate y camina!

Recopilación y comentario
P. Francisco Domingo C.M.