El Evangelio de hoy es hermoso en su contenido y completo en ideas: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor... Venid y carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso."
"Y no dice: Venid, no porque necesite de vuestra gloria, sino porque quiero vuestra salvación." Por eso dice: " Y yo les aliviaré." No dijo: Yo les salvaré solamente, sino además les aliviaré. Esto es, caminarán por la vida con paz.
La verdad es que no nos dice que se nos van a ir todos los problemas y dolores sino que se nos va a aliviar,No se trata de que el mundo sea un paraíso, no, pero sí más cerca de Dios y los hermanos, y más paz en el corazón, que no es poco.
"Es ciertamente un yugo áspero y una dura sumisión el estar sometido a las cosas temporales, el ambicionar las terrenales, el retener las que mueren, todas estas cosas que por la ansiedad de poseerlas afligían nuestra alma, nos atormentan después por miedo de perderlas".
"No les invito a crear el mundo, no a hacer en él grandes prodigios, sino aprended de mí a ser manso y humilde de corazón. ¿Quieres ser grande? Comienza entonces por ser pequeño. ¿Tratas de levantar un edificio grande y elevado en tu alma? Piensa primero en la base de la humildad". La Madre Teresa de Calcuta es un buen ejemplo.
Nadie diría que la humildad es misterio.
Pero lo es cómo Jesucristo abrazó ese anonadamiento: desde la Encarnación al Calvario, pasando por la vida oculta y pobre, tenido por endemoniado, loco, blasfemo, enemigo del César, medio brujo. Pero llenó el mundo de misericordia, amor del bueno, entregado, sacrificado. Nos enseñó a vivir sin orgullos y con modestia. Amigo de todos y sabiendo siempre compartir, ayudar, perdonar y pedir perdón. Esa es la humildad evangélica. Jesucristo es el modelo de los modelos.
Todo se reduce a seguir a Jesucristo.
No estar tan obsesionados por tener, tener, tener, sino más bien en ser, ser, ser, mas bondadoso, generoso, benévolo, bueno, benigno, caritativo, misericordioso, abnegado, afable, clemente, compasivo, cordial, filántropo, humanitario, indulgente, amable,... todo eso nos dice el sinónimo de bondadoso y podríamos añadir...
"SOLO LOS HUMILDES PUEDEN SER TODO ESTO"
Recopilación y comentarios
P. Francisco Domingo C.M.