Dios trabaja con el hombre. El Señor manda traer lo qeu tienen, toma los panes y los peces y procede a pronunciar la bendición elevando la mirada al cielo.
Esta bendición de alimentos era costumbre entre los judíos. Los rabinos enseñaban que comer los alimentos sin bendecirlos constituía un pecado de indifidelidad.
Jesús, con la milagrosa multiplicación de los panes prefiguraba lo que iba a realizar la noche de la Última Cena cuando "tomo Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: Tomen y coman, éste es mi cuerpo" (Mt. 26, 26).
A partir de entonces, fiel al mandato del Señor que dijo "hagan esto en memoria mía", también la iglesia, por sus sacerdotes, parte y reparte a todos sus hijos que lo que ha sido transmitido.
Ciertamente, a ella le ha sido confiadoel poder de perpetuar en el tiempo y en el espacio el único Sacrificio verdadero, Real y Misteriosamente el Señor "se multiplica" en el Pan de la Eucaristía.
En efecto, por medio de sus ministros -quien por la imposición de manos y el don del Espíritu Santo participan del mismo y único sacerdocio de Jesucristo-, "el pan y el vino, (son) convertidos por el poder del Espíritu Santo y las palabras de Cristo, en el Cuerpo y la Sangre del mismo Cristo" (Catecismo de la Iglesia Católica 1357).
De este modo quiso el Señor que se prolongase esta admirable multiplicación hasta que Él vuelva glorioso en su última venida.
Él nos invita por medio del profeta: "¡Oh, todos los sedientos, id por agua, y los que no tenéis plata, venid, comprad y comed, sin plata, y sin pagar, vino y leche! ¿Por qué gastar plata en lo que no es pan, y vuestro jornal en lo que no sacia? Hacedme caso y comed cosa buena, y disfrutaréis con algo sustancioso. Aplicad el opido y acudid a mi, oíd y vivirá vuestra alma. Pues voy a firmar con vosotros una alianza eterna: las amorosas y fieles promesas hechas por David" (Is. 55, 1 - 3).
Recopilacion y Comentario
P. Francisco Domingo C.M.
PARA HACER EL BIEN HAY QUE SABER ESPERAR Y CONFIAR EN DIOS
En el fondo, Jesús nos habla del arte de la paciencia. Dios tiene su momento y mientras hay vida hay esperanza. Jesús es un ejemplo claro de espera y de esperanza con Judas, con Pedro, con los discípulos. Los cizañozos deben ser tolerados. No es que hagan bien pero...
Un ejemplo, infinito, de aguante y de toleranciaes el día de la Ascensión cuando ya se habían acabado las prédicas. Cuando habían visto milagros y escuchado parábolas.
Habían asistido a la última cena y al juicio contra Cristo, y sabían de su pasión, muerte y resurrección, aún seguían esperando el reino temporal: Act. 1, 2 y 6. Los que staban presentes le preguntaron: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?".
Jesucristo les había habaldo claro que su reino no era, no podía ser de este mundo (Juan 18, 36 - 37) "Mi realeza no procede de este mundo. SI fuera rey cmo los de este mundo..."
Dice San Agustín
"Hay qe esperar, porque si se arrancan al mismo tiempo el trigo y la cizaña, hay muchos que al principio son cizaña y después se hacen trigo. Si a éstos no se les sufre con paciencia cuando son malos, no se consigue el que muden de costumbresm y si fueses arrancados en ese estado, se arrancaría al mismo tiempo lo que con el tiempo y perdón hubiera sido trigo".
Por eso nos previene el Señor que no hagamos desaparecer de este vida a esa clase de hombres, no sea que por quitar la vida a los malos se la quitemos a los que quizá hubieran sido buenos".
La enseñanza es bien clara
Hay que agotar los esfuerzos. Hau que saber perdonar. Hay que saber olvidar. Eso no significa que aprobemos que nadie sea cizaña, que no deben de cambiar y que tampoco tenemos que aceptar que contagien con su mal a otros. Pero el Señor nos da lecciones. Hay que esperar hasta donde se pueda. Por otra parte "uno siembra, otro riega y Dios es el que da el incremento".
El evangelizador, el padre, la madre, el maestro tienen que pedirle a Dios el arte de la paciencia, de la espera: serenidad, resignación, conformidad, mansedumbre, perseverancia, sosiego, tolerancia, tranquilidad, calma, entereza. Son virtudes del Evangelio.
Las bienaventuranzas son un gran ejemplo. Querer convertirse y convertir exige mansedumbre, ser pacífico...
P. Francisco Domingo C. M.
Un ejemplo, infinito, de aguante y de toleranciaes el día de la Ascensión cuando ya se habían acabado las prédicas. Cuando habían visto milagros y escuchado parábolas.
Habían asistido a la última cena y al juicio contra Cristo, y sabían de su pasión, muerte y resurrección, aún seguían esperando el reino temporal: Act. 1, 2 y 6. Los que staban presentes le preguntaron: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el Reino de Israel?".
Jesucristo les había habaldo claro que su reino no era, no podía ser de este mundo (Juan 18, 36 - 37) "Mi realeza no procede de este mundo. SI fuera rey cmo los de este mundo..."
Dice San Agustín
"Hay qe esperar, porque si se arrancan al mismo tiempo el trigo y la cizaña, hay muchos que al principio son cizaña y después se hacen trigo. Si a éstos no se les sufre con paciencia cuando son malos, no se consigue el que muden de costumbresm y si fueses arrancados en ese estado, se arrancaría al mismo tiempo lo que con el tiempo y perdón hubiera sido trigo".
Por eso nos previene el Señor que no hagamos desaparecer de este vida a esa clase de hombres, no sea que por quitar la vida a los malos se la quitemos a los que quizá hubieran sido buenos".
La enseñanza es bien clara
Hay que agotar los esfuerzos. Hau que saber perdonar. Hay que saber olvidar. Eso no significa que aprobemos que nadie sea cizaña, que no deben de cambiar y que tampoco tenemos que aceptar que contagien con su mal a otros. Pero el Señor nos da lecciones. Hay que esperar hasta donde se pueda. Por otra parte "uno siembra, otro riega y Dios es el que da el incremento".
El evangelizador, el padre, la madre, el maestro tienen que pedirle a Dios el arte de la paciencia, de la espera: serenidad, resignación, conformidad, mansedumbre, perseverancia, sosiego, tolerancia, tranquilidad, calma, entereza. Son virtudes del Evangelio.
Las bienaventuranzas son un gran ejemplo. Querer convertirse y convertir exige mansedumbre, ser pacífico...
P. Francisco Domingo C. M.
PADRE GREGORIO DIEZ VICARIO CM - SACERDOTE DE CRISTO
Misa de acción de gracias por la vida sacerdotal del Padre Gregorio Diéz Vicario que subió al cielo el domingo 10 de Julio de 2011, a los 75 años de edad.
Lugar: PARROQUIA CORPUS CHRISTI
Paseo San Juan 995 - Zona A
Hora : 8:00 p.m.
El Padre Goyo entregó los 50 años de su sacerdocio con un amor auténtico, fiel, sin reservas, a los pobres.
"Todo sacerdote es tomado de entre los hombres a favor de los mismos hombres en aquellas cosas que miran a Dios..."
(Hebreos 5, 1)
LA MISION ES HOY
ESTE SÁBADO 16 DE JULIO VISITAREMOS EL PARQUE JULIO CESAR ESCOBAR DONDE CELEBRAREMOS LA SANTA EUCARISTÍA Y LA PALABRA.
TE ESPERAMOS A LAS 8:00 DE LA NOCHE.
PASA LA VOZ A TUS VECINOS...
LA PALABRA VIENE DE LA BOCA DE DIOS
El mayor problema que tenemos los cristianos antiguos es que hemos escuchado muchas veces la Palabra. Tanto, tanto, que ya ha perdido en nosotros fuerza.
No nos impresiona, no nos llama la atención. Un no creyente vio por primera vez un crucifijo grande y se asustó. ¡Un hombre clavado en una cruz y una corona de espinas en la cabeza, desnudo, lleno de sangre el cuerpo, clavos en las manos y pies, otra herida en el costado con sangre coagulada!
Fue el principio de su conversión a la fe cristiana. El Cristo de la cruz le habló y escuchó.
Nos dice Santiago en su carta, capítulo primero, 23 Y 24: “Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos, porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por obra…”
Nosotros hemos visto el crucifijo demasiadas veces y nos parece una imagen necesaria, para la iglesia, para ponerla en la mesa si es de marfil, para ponerla al cuello… pero ya no nos dice nada. Tenemos dormida el alma para la Cruz y la Palabra.
La Palabra de Dios a fuerza de escucharla y no reaccionar es como una vacuna para no cambiar la mente y el corazón. Todos tenemos que pensar si somos piedras, o zarzas o tierra del camino que se pisotea. O tal vez si estamos dormidos. Dios es a veces un desconocido, aunque le escuchemos siempre y tal vez comulguemos. Tan desconocido que como cuentan de una trabajadora del hogar, que después de quince años no sabía el “patrón” que se llamaba Paula, porque la decía ¨chola¨ …¨eh tu¨… ¨chica¨…
Escribe San Juan Crisóstomo: «En la parábola del sembrador, Cristo nos enseña que su palabra se dirige a todos indistintamente. Del mismo modo, que el sembrador de la parábola no hace distinción entre los terrenos sino que siembra a los cuatro vientos, así el Señor no distingue entre el rico y el pobre, el sabio y el necio, el ¨tibio¨ y el ¨fervoroso¨, el valiente y el cobarde. Se dirige a todos». Pero Dios quiere respuesta, frutos, frutos buenos y abundantes.
En la Iglesia se necesitan convertidos, convencidos, entregados, apóstoles, evangelizadores, discípulos de Cristo, misioneros, con piedad: “Virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión.”
P. Francisco Domingo C.M.
No nos impresiona, no nos llama la atención. Un no creyente vio por primera vez un crucifijo grande y se asustó. ¡Un hombre clavado en una cruz y una corona de espinas en la cabeza, desnudo, lleno de sangre el cuerpo, clavos en las manos y pies, otra herida en el costado con sangre coagulada!
Fue el principio de su conversión a la fe cristiana. El Cristo de la cruz le habló y escuchó.
Nos dice Santiago en su carta, capítulo primero, 23 Y 24: “Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a vosotros mismos, porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla por obra…”
Nosotros hemos visto el crucifijo demasiadas veces y nos parece una imagen necesaria, para la iglesia, para ponerla en la mesa si es de marfil, para ponerla al cuello… pero ya no nos dice nada. Tenemos dormida el alma para la Cruz y la Palabra.
La Palabra de Dios a fuerza de escucharla y no reaccionar es como una vacuna para no cambiar la mente y el corazón. Todos tenemos que pensar si somos piedras, o zarzas o tierra del camino que se pisotea. O tal vez si estamos dormidos. Dios es a veces un desconocido, aunque le escuchemos siempre y tal vez comulguemos. Tan desconocido que como cuentan de una trabajadora del hogar, que después de quince años no sabía el “patrón” que se llamaba Paula, porque la decía ¨chola¨ …¨eh tu¨… ¨chica¨…
Mi Palabra no volverá a mí vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo”. Isaías 10,11.
Escribe San Juan Crisóstomo: «En la parábola del sembrador, Cristo nos enseña que su palabra se dirige a todos indistintamente. Del mismo modo, que el sembrador de la parábola no hace distinción entre los terrenos sino que siembra a los cuatro vientos, así el Señor no distingue entre el rico y el pobre, el sabio y el necio, el ¨tibio¨ y el ¨fervoroso¨, el valiente y el cobarde. Se dirige a todos». Pero Dios quiere respuesta, frutos, frutos buenos y abundantes.
Hay que escuchar y practicar. Oír y vivirlo.
Mateo en 10,23 dice: “aquel que oye la Palabra y la comprende, éste ciertamente dará fruto y producirá cien, sesenta o treinta veces más." En la Iglesia se necesitan convertidos, convencidos, entregados, apóstoles, evangelizadores, discípulos de Cristo, misioneros, con piedad: “Virtud que inspira, por el amor a Dios, tierna devoción a las cosas santas, y, por el amor al prójimo, actos de amor y compasión.”
P. Francisco Domingo C.M.
ESA RARA VIRTUD QUE SE LLAMA HUMILDAD
El Evangelio de hoy es hermoso en su contenido y completo en ideas: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor... Venid y carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso."
"Y no dice: Venid, no porque necesite de vuestra gloria, sino porque quiero vuestra salvación." Por eso dice: " Y yo les aliviaré." No dijo: Yo les salvaré solamente, sino además les aliviaré. Esto es, caminarán por la vida con paz.
La verdad es que no nos dice que se nos van a ir todos los problemas y dolores sino que se nos va a aliviar,No se trata de que el mundo sea un paraíso, no, pero sí más cerca de Dios y los hermanos, y más paz en el corazón, que no es poco.
"Es ciertamente un yugo áspero y una dura sumisión el estar sometido a las cosas temporales, el ambicionar las terrenales, el retener las que mueren, todas estas cosas que por la ansiedad de poseerlas afligían nuestra alma, nos atormentan después por miedo de perderlas".
"No les invito a crear el mundo, no a hacer en él grandes prodigios, sino aprended de mí a ser manso y humilde de corazón. ¿Quieres ser grande? Comienza entonces por ser pequeño. ¿Tratas de levantar un edificio grande y elevado en tu alma? Piensa primero en la base de la humildad". La Madre Teresa de Calcuta es un buen ejemplo.
Nadie diría que la humildad es misterio.
Pero lo es cómo Jesucristo abrazó ese anonadamiento: desde la Encarnación al Calvario, pasando por la vida oculta y pobre, tenido por endemoniado, loco, blasfemo, enemigo del César, medio brujo. Pero llenó el mundo de misericordia, amor del bueno, entregado, sacrificado. Nos enseñó a vivir sin orgullos y con modestia. Amigo de todos y sabiendo siempre compartir, ayudar, perdonar y pedir perdón. Esa es la humildad evangélica. Jesucristo es el modelo de los modelos.
Todo se reduce a seguir a Jesucristo.
No estar tan obsesionados por tener, tener, tener, sino más bien en ser, ser, ser, mas bondadoso, generoso, benévolo, bueno, benigno, caritativo, misericordioso, abnegado, afable, clemente, compasivo, cordial, filántropo, humanitario, indulgente, amable,... todo eso nos dice el sinónimo de bondadoso y podríamos añadir...
"SOLO LOS HUMILDES PUEDEN SER TODO ESTO"
Recopilación y comentarios
P. Francisco Domingo C.M.
"Y no dice: Venid, no porque necesite de vuestra gloria, sino porque quiero vuestra salvación." Por eso dice: " Y yo les aliviaré." No dijo: Yo les salvaré solamente, sino además les aliviaré. Esto es, caminarán por la vida con paz.
La verdad es que no nos dice que se nos van a ir todos los problemas y dolores sino que se nos va a aliviar,No se trata de que el mundo sea un paraíso, no, pero sí más cerca de Dios y los hermanos, y más paz en el corazón, que no es poco.
"Es ciertamente un yugo áspero y una dura sumisión el estar sometido a las cosas temporales, el ambicionar las terrenales, el retener las que mueren, todas estas cosas que por la ansiedad de poseerlas afligían nuestra alma, nos atormentan después por miedo de perderlas".
"No les invito a crear el mundo, no a hacer en él grandes prodigios, sino aprended de mí a ser manso y humilde de corazón. ¿Quieres ser grande? Comienza entonces por ser pequeño. ¿Tratas de levantar un edificio grande y elevado en tu alma? Piensa primero en la base de la humildad". La Madre Teresa de Calcuta es un buen ejemplo.
Nadie diría que la humildad es misterio.
Pero lo es cómo Jesucristo abrazó ese anonadamiento: desde la Encarnación al Calvario, pasando por la vida oculta y pobre, tenido por endemoniado, loco, blasfemo, enemigo del César, medio brujo. Pero llenó el mundo de misericordia, amor del bueno, entregado, sacrificado. Nos enseñó a vivir sin orgullos y con modestia. Amigo de todos y sabiendo siempre compartir, ayudar, perdonar y pedir perdón. Esa es la humildad evangélica. Jesucristo es el modelo de los modelos.
Todo se reduce a seguir a Jesucristo.
No estar tan obsesionados por tener, tener, tener, sino más bien en ser, ser, ser, mas bondadoso, generoso, benévolo, bueno, benigno, caritativo, misericordioso, abnegado, afable, clemente, compasivo, cordial, filántropo, humanitario, indulgente, amable,... todo eso nos dice el sinónimo de bondadoso y podríamos añadir...
"SOLO LOS HUMILDES PUEDEN SER TODO ESTO"
Recopilación y comentarios
P. Francisco Domingo C.M.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)