El pensar de la Iglesia, y su Magisterio y de nuestros cristianos desde el principio del cristianismo es el que San Pedro predicó en su primer sermón después de la venida del Espíritu Santo: "a Jesús el Nazareno, que fue entregado según el determinado designio y previo conocimiento de Dios, vosotros le matasteis clavándole en la cruz por mano de los impíos; a éste, pues, Dios le resucitó librándole de los dolores que quedase bajo su dominio", (Juan 2, 23 - 24).
La verdad de la divinidad de Jesús es confirmada por su Resurrección. Él había dicho: "Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy". (Juan 8, 28).
San Pablo pudo decir a los judíos: "La Promesa hecha a los padres, Dios, la ha cumplido en nosotros... al resucitar a Jesús, como está escrito en el salmo primero: Hijo mío eres tú; yo te he engendrado hoy". (Hch 13, 32 - 33).
La Resurrección de Cristo está unida al misterio de la Encarnación del Hijo de Dios: es su plenitud según el designio eterno de Dios. (653 del CEC).
Recordemos lo que decían los judíos cuando insultaban al Hijo de Dios clavado en la Cruz: "Si es el rey de Israel, que baje de la Cruz y creeremos en Él". Si Jesucristo hubiera bajado entonces de la Cruz, cediendo a los insultos de los judíos, no hueiera dado pruebas de paciencia, pero esperó un poco, toleró los oprobios y las burlas, conservó la paciencia y dilató la ocasión de que le admirasen. Y el que no quiso bajar de la cruz, resucitó del sepulcro.
... Más fue resucitar del sepulcro que bajar de la Cruz; más fue destruir la muerte resucitando que conservar su vida desobedeciendo. Pero como viesen los judíos que no bajaba de la Cruz, cediendo a sus insultos, creyeron al verle morir que le habían vencido, y se gozaron de que habían extinguido su nombre; pero no sabían que la resurrección y la gloria serían su victoria.
El Magisterio de la Iglesia también nos dice: "El sepulcro vacío ha constituido para todos un signo esencial. Su descubrimiento por los discípulos fue le primer paso para el reconocimiento del hecho de la Resurrección. Es el caso, en primer lugar, de las santas mujeres, después de Pedro." "El discípulo que Jesús amaba" (Jn 20, 2) afirma que, al entrar en el sepulcro vacío y al descubrir "las vendas en el suelo" (Jn 20, 6) "vió y creyó" (Jn 20, 8).
Tenemos vocación de cielo y de eternidad porque Cristo nos lo ha ganado. Basta creer, arrepentirse de corazón, vivir como Jesucristo y la gloria eterna es segura. Esa es nuestra fe, la fe de la Iglesia, la fe de los santos.
P. Francisco Domingo C.M.
BEATIFICACION 2013 PALABRAS DEL SANTO PADRE PAPA FRANCISCO
Queridos
hermanos y hermanas, buenos días
Me uno de corazón a
todos los participantes en la celebración, que tiene lugar en Tarragona, en la
que un gran número de Pastores, personas consagradas y fieles laicos son
proclamados Beatos mártires.
¿Quiénes son los
mártires? Son cristianos ganados por Cristo, discípulos que han aprendido bien
el sentido de aquel «amar hasta el extremo» que llevó a Jesús a la Cruz. No
existe el amor por entregas, el amor en porciones. El amor total: y cuando se
ama, se ama hasta el extremo. En la Cruz, Jesús ha sentido el peso de la muerte,
el peso del pecado, pero se confió enteramente al Padre, y ha perdonado. Apenas
pronunció palabras, pero entregó la vida. Cristo nos “primerea” en el amor; los
mártires lo han imitado en el amor hasta el final.
Dicen los Santos
Padres: ¡«Imitemos a los mártires»! Siempre hay que morir un poco para salir de
nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de nuestro bienestar, de nuestra pereza, de
nuestras tristezas, y abrirnos a Dios, a los demás, especialmente a los que
más lo necesitan.
Imploremos la
intercesión de los mártires para ser cristianos concretos, cristianos con obras
y no de palabras; para no ser cristianos mediocres, cristianos barnizados de
cristianismo pero sin sustancia, ellos no eran barnizados eran cristianos hasta
el final, pidámosle su ayuda para mantener firme la fe, aunque haya
dificultades, y seamos así fermento de esperanza y artífices de hermandad y
solidaridad.
Y les pido que
recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
EL MARTIRIO, POR POLÍTICAS CONTRA DIOS, SE DA EN NUESTRO TIEMPO
El domingo, día 13 de Octubre se celebrará la Beatificación de 522 mártires españoles en Tarragona, España. Entre estos nuevos Beatos mártires están 14 Misioneros Vicentinos o Paúles y 28 Hijas de la Caridad, testigos de la fe entre los años 1934 y 1936.
El Papa Francisco ha firmado el Decreto de beatificación de los 14 Siervos de Dios de la Congregación de la Misión, Padres Vicentinos, asesinados pro odio a la fe en España entre 1934 y 1936, mártires de las Comunidades de Alcorisa (Turuel), Guadalajara, Barcelona, Oviedo y Gijón.
Antonio Montero Moreno, periodista y obispo, identificó a un total de 6,832 víctimas religiosas asesinadas en el territorio republicano, de las cuales 13 eran obispos, 4,184 sacerdotes, 2,365 religiosos y 283 religiosas.
En realidad los martirios comenzaron en 1931, en movimientos políticos, unos moderados de izquierdas, otros sumamente extremistas, marxistas con odio profundo a todo lo que es Iglesia. esta actitud fue la que propició la persecución, torturas y muertes en España y que llegó a una guerra civil sangrientas con un millón de muertos, según José María Gironella.
"Desde el año 1931 había comenzado una persecución solapada de prohibir periódicos católicos, de perseguir que no se hicieran entierros por las calles, los signos religiosos ocultos. Ciertamente fue la mayor en datos numéricos de toda la Europa occidental prácticamente desde los tiempos del Imperio Romano". P. Vicente Cárcel Ortí, historiador.
"Que mueran por la fe, o una virtud cristiana, que mueran perdonando, rezando incluso por los mismos verdugos que les asesinan... Estas son las razones fundamentales para que la Iglesia los eleve a los altares y los presenta como modelos para el pueblo cristiano, para los creyentes, como testigos de la Fe".
No podemos querer que haya sangre inocente derramada, ni que nos maten a obispos, sacerdotes, religiosas, seminaristas (6,832 en total). Pero, damos gracias a Dios por el don del martirio, por la santidad en la Iglesia y heroísmos, pues a pesar de los pecados hay mucha más bondad y más virtudes que vicios.
Aunque para los periódicos y medios de comunicación no es noticia que da plata, ni lo bueno es llamativo, ni la grandeza del alma interesa a la televisión, todos los hombres de buena voluntad nos estremecemos antes la noticia de estos 522 Beatos, y en el cielo es seguro que habrá una gran fiesta presidida por Jesucristo. Y eso es lo importante.
El Papa Francisco ha firmado el Decreto de beatificación de los 14 Siervos de Dios de la Congregación de la Misión, Padres Vicentinos, asesinados pro odio a la fe en España entre 1934 y 1936, mártires de las Comunidades de Alcorisa (Turuel), Guadalajara, Barcelona, Oviedo y Gijón.
MÁRTIRES DE LA FE
Antonio Montero Moreno, periodista y obispo, identificó a un total de 6,832 víctimas religiosas asesinadas en el territorio republicano, de las cuales 13 eran obispos, 4,184 sacerdotes, 2,365 religiosos y 283 religiosas.
En realidad los martirios comenzaron en 1931, en movimientos políticos, unos moderados de izquierdas, otros sumamente extremistas, marxistas con odio profundo a todo lo que es Iglesia. esta actitud fue la que propició la persecución, torturas y muertes en España y que llegó a una guerra civil sangrientas con un millón de muertos, según José María Gironella.
"Desde el año 1931 había comenzado una persecución solapada de prohibir periódicos católicos, de perseguir que no se hicieran entierros por las calles, los signos religiosos ocultos. Ciertamente fue la mayor en datos numéricos de toda la Europa occidental prácticamente desde los tiempos del Imperio Romano". P. Vicente Cárcel Ortí, historiador.
CONDICIONES FUNDAMENTALES DEL MARTIRIO
No podemos querer que haya sangre inocente derramada, ni que nos maten a obispos, sacerdotes, religiosas, seminaristas (6,832 en total). Pero, damos gracias a Dios por el don del martirio, por la santidad en la Iglesia y heroísmos, pues a pesar de los pecados hay mucha más bondad y más virtudes que vicios.
Aunque para los periódicos y medios de comunicación no es noticia que da plata, ni lo bueno es llamativo, ni la grandeza del alma interesa a la televisión, todos los hombres de buena voluntad nos estremecemos antes la noticia de estos 522 Beatos, y en el cielo es seguro que habrá una gran fiesta presidida por Jesucristo. Y eso es lo importante.
Diocesanos: 88 mártires
3 Obispos (Lérida, Jaén y Tarragona)
82 Sacerdotes (Avila, Barcelona, Cartagena, Jaén, Lérida,
Madrid, Menorca y Tarragona)
3 Seminaristas (Tarragona y Jaén)
Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos: 15 mártires
Consagrados: 412 mártires
74 Hermanos de las escuelas cristianas
66 Hermanos maristas
38 Benedictinos
33 Capuchinos
27 Hijas de la Caridad
24 Hermanos de San Juan de Dios
23 Claretianos
19 Carmelitas de la Antigua Observancia
19 Hijos de la Sagrada Familia
19 Mercedarios
14 Vicentinos
11 Carmelitas Descalzos
9 Mínimas
6 Redentoristas
6 Trinitarios
5 Religiosos de los Sagrados Corazones
4 Siervas de María
4 Hermanos carmelitas de la enseñanza
3 Franciscanas misioneras de la Madre del Divino Pastor
2 Dominicos
2 Franciscanos
2 Hijos de la Divina Providencia (orionistas)
1 Calasancia
1 Jerónimo
Laicos: 7 mártires
5 Laicos (Barcelona, Lérida, Madrid y Jaén)
2 Laicas (Barcelona y Valencia)
HIJOS PRODIGOS PERO UN CRISTO QUE PERDONA
Esta parábola se ha llamado la parábola del hijo pródigo, de los dos hijos pródigo, del hermano mayor del hijo prodigo, y hoy en día se habla de la parábola de Jesucristo y los dos hijos pródigos, porque Cristo es el único maravilloso.
"Me pondré en camino, volveré a casa de mi padre". El que pronuncia estas palabras estaba tirado por el suelo. ¿De dónde le viene esta esperanza? Le viene por el hecho mismo de que se trata de su padre. "He perdido mi condición de hijo; pero el padre no hay perdido su condición y sigue siendo mi padre."
No hace falta que ningún extraño interceda cerca de un padre; el mismo amor del padre intercede y suplica en lo mas profundo de su corazón a favor del hijo. Sus entrañas de padre se conmueven para engendrar de nuevo a su hijo por el perdón. San Pedro Crisólogo (400-450).
"... En la parábola llamada Del Hijo Pródigo, cuyo centro es el padre misericordioso (Lc. 15, 11-24)aparece: una libertad ilusoria, el abandono de la casa paterna; la miseria extrema en que el hijo se encuentra; la humillación, apacentar cerdos, la reflexión sobre los bienes perdidos...; el arrepentimiento y la decisión de declararse culpable ante su padre, el camino del retorno...
"...La acogida y entusiasmo del padre. ...El mejor vestido, el anillo y el banquete de fiesta son símbolos de esta vida nueva, pura, digna, llena de alegría que es la vida del hombre que vuelve a Dios y a su familia, que es la Iglesia. Solo el corazón de Cristo pudo revelarnos el abismo de su misericordia de manera tan llena de simplicidad y de belleza". Catecismo de la Iglesia Católica 1439.
Contradice el sentir de Jesucristo con la conducta del hermano mayor y de los que nos creemos mejores: "La inmisericordia". Falta el corazón y el Evangelio; no sabemos amar. No tiene el hijo mayor humildad, bondad, perdón, olvido. No puede compartir con los de abajo porque les cree menos; y, con los de arriba, porque se muere de envidia... En realidad no sabe amar.
En esta parábola, son trágicos los dos hijos. Pero mas trágico es el hijo mayor. El menos es la oveja perdida que vuelve a la casa que no se le humilla y que se hace una gran fiesta. Cristo es sublime con los dos hijos: corre al encuentro cuando divisa a su hijo menor, que es alocado pero es su hijo. Y sale a la calle para invitar que entre al baile y a la fiesta al hijo mayor, porque aunque es soberbio, también es su hijo y quiere que todos celebren el reencuentro familiar, dando abrazos y como un solo corazón.
P. Francisco Domingo C.M.
HAY QUE CREER, REZAR Y VIVIR LO QUE CREEMOS Y REZAMOS
"Jesucristo no contesta a la curiosidad del numero de los salvados sino que hay que hacer para salvarse. Mas necesario es salvarse, que contar lo que se salvan".
Como tantas veces decimos para ser buen cristiano: NO BASTA rezar, ni tener fe, ni saberse la Biblia de memoria, ni confesarse frecuentemente, ni asistir a Misa los domingos, ni orar al comenzar y al acabar el día, ni el Ángelus todos los días, ni rezar Laudes en las mañanitas y Vísperas en las tardes, ni rezar el Rosario en familia, ni rezar la coronilla de la misericordia,... Todo esto es buen, muy bueno, maravilloso, agradable a Dios. Lo hicieron los santos y las almas buenas. Pero NO BASTA.
ES NECESARIO:
Una vez más el Evangelio de hoy nos recuerda que la vida, el amor a Dios y al prójimo, la conducta honorable, los mandamientos, las obras buenas, la castidad, la inocencia, la decencia, la honestidad, el pudor, la integridad de costumbres, la moral y la ética, las virtudes teologales y morales... en fin, todo lo que Cristo enseña en el Evangelio, junto con la fe y la oración hará de nosotros buenos cristianos. Y eso es lo que nos enseña la Biblia, no los hombres. Y Dios no engaña.
NUEVO TESTAMENTO:
1 Juan 5, 3: "Pues en esto consiste el amor a Dios: en que guardemos sus mandamientos".
Santiago en 2, 26 "Porque así como un cuerpo sin espíritu esta muerto, así también la fe que no produce obras esta muerta".
Romanos 2, 13 "Porque no son justos ante Dios los que escuchan la Ley, sino los que la cumplen."
1 Corintios 3, 8: "... y Dios pagará a cada uno según sus obras"
Mateo 16, 27: "Sepan que el Hijo del Hombre vendrá con la gloria de su Padre, y entonces recompensará a cada uno según su conducta".
Mateo 19, 16: "Pero si quieres entrar en la vida, cumple los mandamientos"
Mateo 28, 19: "Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado".
ANTIGUO TESTAMENTO:
Levítico 4, 40: "Guarda sus leyes y sus mandamientos que yo te ordeno hoy..."
Proverbios 3, 1: "Hijo mío, no te olvides de mis advertencias, que tu corazón sepa guardar mis mandamientos".
Salmo 18, 21-22:"El Señor según mis méritos me trata, limpias son mis manos, y el me lo paga. Porque guarde los caminos del Señor y no hice el mal lejos de mi Dios".
Job 22, 30: "Dios libra al inocente; si son tus manos puras, serás salvo".
Salmo 119, 1-3: "Dichosos los que van por el camino perfecto, los que proceden en la ley de Yahveh. Dichosos los que guardan sus dictámenes, los que buscan de todo corazón, y los que, sin cometer iniquidad, andan por sus caminos".
Son poquitos textos de la Palabra revelada, pero suficientes. CREER, REZAR Y VIVIR LO QEU CREEMOS Y REZAMOS. No somos cristianos sin las virtudes del evangelio.
P. Francisco Domingo C.M.
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