No hay duda que el Evangelio de hoy es fácil de entender para pobres y ricos. Se trata de sinceridad para con Dios y para nuestra conciencia. Es cuestión de autenticidad. Nadie debe dar más allá de sus posibilidades. Dios no es un tirano.
Enseña San Agustín:
"Zaqueo fue un hombre de gran voluntad y su caridad fue grande; dio la mitad de sus bienes en limosnas y se qeudó con la otra mitad sólo para devolver lo qeu acaso había defraudado. Mucho dio y mucho sembró".
Entonces aquella viuda que dio dos céntimos ¿sembró poco?. No, lo mismo que Zaqueo, tenía menos dinero pero igual voluntad, y entregó sus dos moneditas con el mismo amor que Zaqueo la mitad.
Si miras lo que dieron, verás que entregan cantidades diversas; pero si miras de dónde lo sacan, verás que sale del mismo sitio lo que da la una que lo que entrega el otro".
La conversión de Zaqueo, estoy seguro, que fue real. La experiencia me ha demostrado que el encuentro con Dios que cambia la vida en las tres pasiones del ser humano: el orgullo, la sensualidad, el materialismo, es una verdadera conversión y muy especial cuando atañe al bolsillo, a la plata, al tener, al poseer. Creo profundamenbte en la conversión de Zaqueo como el de la viuda.
Nos escribe San Lucas textualmente en 19, 8-10: "Pero Zaqueo dijo resueltamente a Jesús: Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a lospobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más".
Jesús, pues, dijo con respeto a él: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa pues tambien ese hombre es hijo de Abrahan". el hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido. esto es cambiar de vida. San Pablo, 30 años despues de las palabras de Jesus escribiria lo mismo: "Sean pacientes en las pruebas y oren sin cesar. compartan con los hermanos necesitados, y sepan acoger a los que estan de paso Bendigan a quienes los persigan: y no los maldigan. Alegrense con los que estan alegres, lloren con los que estan tristes. vivan en armonia unos con otros. no busquen grandezas y vayan a lo humilde; no se tengan por sabios. Romanos 12, 12-16."
TODOS SOMOS POBRES Y TODOS SOMOS RICOS.
Nadie es tan pobre que no pueda dar algo, ni tan rico que no pueda recibier algo. Los ricos son distantes a veces, se creen superiores a veces o piensan que se les quiere robar. necesitan bondad dulzura, humidad, y tal vez generosidad; pero lo peor es que no saben amar de verdad.
Y algunos pobres que si no pueden dar cosas pueden dar bondad, una sonrisa, un consejo, acompañar en la soledad de los solitarios, rezar por los demas y contagiar la alegria que otros no tienen. Y como la viuda del Evangelio a veces dar.
P. FRANCISCO DOMINGO C. M.