EN LA NAVIDAD DIOS NOS ALIMENTA LA FE Y NOS ABLANDA EL CORAZÓN

Dios ha querido que en la Navidad, las familias se reúnan, se predonen, se reencuentren, viajen a miles de kilómetros para darse un abrazo, que se hagan gastos grandes, que todo el mundo se regale, que todo el mundo se alegre y se sienta más feñoz. Es, la volulntad de Dios que un Niño que no fue aceptado en Belén después de 2010 años sea la fiesta del amor más querida por todos los hombres. Dios lo quiere, no es casualidad.

Sería bueno que los niños dieran y recibieran regalos porque Dios nos ha regalado mucho: Jesucristo niño, a María de Nazaret, la fiesta de Navidad. Como Jesús se nos regala, nosotros regalamos a los que menos tienen, a los pobres un poco de lo que necesitan para estar felices y sonreír también en su vida a veces triste.

Quien escucha la Palabra sabe también escuchar las voces dolientes de los que piden salvación, de los que están en la miseria y en el paro, en la marginación y enel desprecio. Los discípulos de Cristo no podemos desoír sus súplicas, ni pasar de largo. Ellos extienden su mano temblorosa y nosotros la nuestra hacia ellos, porque Navidad es el encuentro de dos manos.
Las de un Niño y las nuestras.

La tradición documentada del pesebre se remonta al s. XIII.

San Francisco de Asís el 25 de diciembre del año 1223, estando la nochebuena en un pueblecito de Italia llamado Greccio  y rodeado de sus frailes y de los fieles del pueblo representaron el naciemiento de Jesús. Fue en vivo, una parejita había tenido a su hijito y Francisco les invitó a que representaran el nacimiento de Belén.

Jesús merecía una cuna mejor y, sin embargo, prefirió la cueva de pastores. No había posada para él; vino a los suyos y los suyos no lo recibieron, como dice el Evangelio. Él quiere hoy estar en todas la familias y a veces no hay lugar para Él, la historia se repite: nohay lugar para Él en muchos hogares del mundo.

Jesús nació en Belén y hoy quiere nacer en el corazón de todos los hombres y mujeres entre cantos de gloria a Dios y paz al hombre que ama el Señor, Su cuna fue un pesebre, ahora es el corazón delfiel creyente, hecho de barro y envejecido por el pecado. La Navidad es cosa del corazón y más aún de la piedad popular y de la fe.

P. Francisco Domingo Herrero C.M.